Van 15 casas de seguridad localizadas en el AMG

La lucha entre grupos delictivos ha provocado el incremento de este tipo de fincas en zonas urbanas; falta labor de inteligencia por parte de las autoridades, considera investigador

Fuente: Fiscalía del Estado / Foto: Fernando Carranza
Elsa Martha Gutiérrez
Guadalajara /

El número de casas de seguridad localizadas en Jalisco se ha disparado este año por la disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel Nueva Plaza (CNP), apoyado por el Cártel de Sinaloa, en lo que val del 2019 se han asegurado 15 de ellas.

Antes, estas fincas eran utilizadas para ocultarse de las autoridades, elaborar y vender droga, ahora son “multiusos”, a decir de Francisco Jiménez Reynoso, experto en materia de seguridad de la Universidad de Guadalajara.

“Son multiusos porque en primer lugar llevan a las personas que levantan en la calle y los resguardan ahí. Luego, viene la tortura para obtener información. Tercer paso es el homicidio que cada vez son más crueles y violentos, y que pueden llegar a los descuartizamientos; y, por último, lo utilizan como un panteón clandestino, luego se van, y dejan esos domicilios”, detalló el también investigador.

Las fincas de uso múltiple también dejaron las zonas alejadas de la ciudad para entrar a las áreas urbanas. Al atomizarse las células delictivas de los grupos rivales “no hay para dónde hacerse entonces tienen que operar en la zona metropolitana”.

Esta fragmentación que hay en Jalisco es principalmente entre quienes controlan las plazas, colonias o pequeños espacios, donde hay rivalidad y esos pleitos feroces, subrayó Jiménez Reynoso.

En lo que va del año, en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) se han localizado 15 casas de seguridad, en su mayoría en los municipios de Tlajomulco de Zúñiga y Zapopan, aunque también quedaron descubiertas en Guadalajara, Tonalá y El Salto.

En esas viviendas asesinaron a 114 personas, liberaron a 41 y detuvieron a seis, aunque en algunos casos la situación de los cautivos varió por la investigación que realizó la Fiscalía del Estado de Jalisco.

De acuerdo con el oficio FE/UT/5221/2019, hasta abril sumaban cinco fincas de seguridad en Jalisco, de las cuales, cuatro fueron halladas en Tlajomulco de Zúñiga y una en Zapopan.

En esta, “habían dos mujeres y 15 hombres (quienes presentan diferentes causas de muerte como) herida por arma de fuego, asfixia indirecta y contusión difusa de cráneo”, establece el informe.

Mientras que del resto de las viviendas, detallan que en total se localizaron seis hombres sin vida, de los cuales “solo uno ha sido identificado y estaba como desaparecido”.

En la solicitud de transparencia no se pudo incluir la estadística de mayo porque cuando se solicitó no había concluido el reporte. “Los indicadores de procuración (de justicia) son actualizados dentro de los primeros diez días siguientes, al que concluyó al mes a reportar”, refiere la dependencia.

Sin embargo, fue durante ese mes cuando más casas aparecieron: seis. Dos de ellas en el mismo día. Una en Guadalajara y otra en Tlajomulco de Zúñiga; las otras con una diferencia de 48 horas y una semana en promedio.

Los pocos días que pasaron entre casa y casa se podría interpretar como una contestación de uno y otro bando delictivo. “Uno comete un ataque y el otro no se queda cruzado de brazos, porque también reacciona, probablemente se da la acción y la reacción, la contestación”, estimó Jiménez Reynoso.

“Cuando hay un ensañamiento de un grupo a otro, el otro hace lo mismo o lo supera a manera de contestación. Recrudece la contestación con más saña, y eso trae como consecuencia el disparo exponencial de la violencia sin desmedida”, destacó el investigador.

Consideró que hace falta más labor de inteligencia de los cuerpos de seguridad para prevenir la aparición de más fincas. A los vecinos no se les puede dejar todo el peso de la denuncia de este tipo de hechos.

“Todas son encontradas porque alguien se fuga de la misma. Y ahí va corriendo si una mano, si un brazo o pierna; lo encuentra el policía y es como están llegando, pero no hay inteligencia”, lamentó.

Citó el caso de las siete personas que fueron abandonadas el pasado 27 de junio, en la colonia Mariano Otero, en Zapopan. “¿Dónde quedó la labor de inteligencia? ¿Qué pasó después?”, cuestionó.

Además, la gente no denuncia porque sabe que no va a pasar nada y que va a perder su tiempo, y por temor a represalias. “Sabe que muy probablemente las autoridades van a dar la información a los delincuentes de quién denunció y en dónde viven”, acusó.

Hasta el momento, las autoridades locales no han iniciado un proceso de extinción de dominio en Jalisco.

MC

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