Deslave del cerro del Chiquihuite le quitó a su familia; con comercio intenta superar tragedia

Después de alrededor de dos años, Jorge Armando Mendoza intenta superar la muerte de sus hijos y de su esposa con un pequeño puesto de fruta.

Jorge Armando Mendoza López perdió familia en deslave del cerro del Chiquihuite (Carlos Zaid)
Carlos Zaid
Tlanepantla, Estado de México /

El 10 de septiembre de 2021 cuando en la Segunda Sección de la colonia Lázaro Cárdenas en Tlalnepantla enormes piedras de hasta 250 toneladas de peso cayeron sobre cuatro casas, Jorge Armando Mendoza López perdió a sus dos hijos menores y a su esposa quienes murieron en su hogar.

Hoy él se dedica a la venta de frutas y verduras a la vez que lucha por

superar el drama vivido

.

Al fondo de la colonia Lázaro Cárdenas, en la calle de Benito Juárez esquina Cañada Alcalicán, Jorge abre la pequeña bodega desde temprana hora, que dice pertenecerle a sus padres, para sacar sus implementos e instalar su pequeño comercio. Ahí obtiene su propio sustento mediante la venta de las frutas y verduras.

A Jorge le entregaron el certificado de uno de los 210 departamentos que el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió se les construyeran en un predio de la colonia Jorge Jiménez Cantú, para reubicar a familias afectadas del deslave del cerro del Chiquihuite ocurrido el 10 de septiembre de 2021.

"La verdad no sé bien que voy a hacer con él, pero lo que sí es que dejaré una habitación para mí, otra la usaré de cuarto de música y televisión y, eso sí, en la otra recámara les haré un altar a Paola, Dilan y Mía, mi familia", dijo Jorge con profunda tristeza.

Jorge Armando Mendoza agrega, mientras instalaba su pequeño puesto, a unas 10 cuadras de la calle Volcanes, donde sucedió el deslave del cerro y donde perdieron la vida su esposa y sus hijos, que procura no hablar de ellos, “aún me duele mucho y me dicen que se puede superar, pero yo creo que no, sigo sintiendo feo”.

Explicó que después de ocurrido el deslave lo estuvo atendiendo una psicóloga, “pero me dijo que yo necesitaba un tiempo. Ya pasaron dos años y no regresé”, dice con una risa cierto sarcasmo y tratando de evadir pensamientos de lo vivido ese trágico 10 de septiembre de 2021.

Jorge Armando Mendoza López trabaja vendiendo fruta en Tlanepantla (Carlos Zaid)

Añadió que desde luego la muerte de sus seres queridos es algo que nunca va a poder superar, “yo casi cada quince días voy arriba (al panteón) para estar allá con ellos, pongo música de rock como nos gustaba a Paola y a mis hijos, me quedó una, dos, tres o cuatro horas y entonces bajo para llegar a casa con mis padres, donde vivo por ahora”.

Para él ha sido muy difícil vivir así con el pesar de la muerte de su familia, por ello en dos ocasiones ya ha intentado quitarse la vida, sin lograrlo, “pero entendí que, si Dios hubiera querido eso para mí, hubiera hecho posible que llegara yo a tiempo para estar con ellos, con mi familia e irme también con ellos. Pero no, por alguna razón quiso que me quedara”.

Señala que por ahora después de más de dos años trata de superarse, “estoy iniciando con este puesto de frutas y verduras, además ayudo a mis papás, también en el puesto más grande que se encuentra allá por el Elektra, pero yo quiero un negocio más grande, mucho mejor de frutas y verduras”, refirió Jorge.

A Jorge, como a sus padres, el gobierno les entregó un certificado que los hace acreedores a una de las 210 viviendas, construidas en la colonia Caracoles, insistió en el destino de su departamento.

 “¿Qué haré con mi departamento? Una de las recámaras la dejaré para poner un altar a mi familia, pondré las fotos de mi esposa y de mis hijos. Quiero que de esa manera ellos estén presentes en mi vida”, dijo con cierta emoción.

Destacó que sus papás también fueron beneficiados con un departamento en la colonia Jiménez Cantú (Caracoles), ellos fueron afectados también por el derrumbe de las rocas del cerro del Chiquihuite. 

“Ellos vivían en una de las cuatro casas que resultaron más afectadas, solo que su afectación fue parcial. Por eso, es que andábamos juntos el lunes recogiendo el documento o certificado ese para iniciar los trámites de servicios”, explica.

Explicó Jorge que para el 24 de diciembre acudió al lugar donde murió su familia, donde las enormes rocas que se desprendieron del cerro destruyeron los dos cuartos donde estaban su esposa y sus hijos.

“Estuve allí un buen rato, escuchando música de rock y tomando un refresco, quiero hacer eso y luego subiré al panteón donde están sepultados mi esposa y mis hijos. Llevaré pintura para repintar sus tumbas y flores para arreglarles” explicó.
Jorge Armando Mendoza López vendiendo fruta en Tlanepantla, EdoMex (Carlos Zaid)

Con un mandil llamativo, el cual tenía impresa la leyenda: Si las cosas fueran fáciles, cualquier pendejo las haría, Jorge dijo con cierto ánimo que se siente bien, que no ha logrado superar su situación emocional, “pero allí andamos echándole ganas a la vida, para eso seguimos acá, no nos vamos a dejar vencer”.

A Jorge y sus papás, en el deportivo Caracoles en la Zona Oriente de Tlalnepantla se realizó la entrega de los 210 certificados de posesión de igual número de viviendas en régimen de condominio, por parte de autoridades federales, estatales y locales.

En el lugar la señora Olivia Hernández, quien es una de las beneficiarias, explicó que ella no se encuentra muy satisfecha con la designación de las viviendas para los afectados del cerro del Chiquihuite, ya que en su caso en un predio escriturado a su nombre tenían sus casas cuatro de sus hijos.

Dijo que la inconformidad es porque a sus hijos les asignaron casas en la Gustavo A Madero y a ella en Caracoles, “eso nos divide, y creo que no es correcto, porque siempre convivimos entre nosotros como familia. Por eso estoy dudando su acepto la reubicación o no”, explicó la mujer.

aag

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