Los puntos críticos de violencia en la Ciudad de México aumentaron 26 por ciento y las delegaciones Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero concentran 50 por ciento de la incidencia delictiva.
El mayor aumento en el número de homicidios se observó en zonas tradicionalmente peligrosas como el barrio de Tepito, en la frontera entre las delegaciones Venustiano Carranza y Cuauhtémoc, así como en los alrededores del reclusorio norte en Gustavo A. Madero y las colonias contiguas a la autopista México-Puebla en Iztapalapa, de acuerdo con el informe 5013 homicidios en la Ciudad de México, Análisis Espacial para la Reducción de la Violencia Letal, elaborado por la organización México Evalúa.
El documento se elaboró a partir de 6 mil 418 reportes policiales de homicidios cometidos entre 2009 y 2016, y concluye con la urgencia de fortalecer la inteligencia policial.
Edna Jaime, directora general de la organización, dijo que con los resultados del estudio es posible concluir que “más que una sola ciudad, hay muchas pequeñas ciudades donde las dinámicas urbanas impactan la probabilidad de que aparezca un homicidio”.
La directora explicó que el aumento de la violencia letal, que se concentra en algunas zonas identificadas como críticas, se debe a factores como el hacinamiento, el desarrollo urbano desigual, así como los niveles de educación.
David Ramírez de Garay, coordinador del proyecto, señaló que es necesario implementar programas de prevención, evaluación de la estrategia territorial de la policía y principalmente, trabajar en la inteligencia policial para atender las zonas específicas.
"No necesitamos un policía en cada esquina, necesitamos policías donde hace falta", aseguró.
De acuerdo con las cifras obtenidas a partir de un convenio de colaboración con la Secretaría de Seguridad Pública, aunque la ciudad de México no se encuentra entre los primeros lugares de violencia a nivel nacional, la tasa de homicidios subió en un 29.2 por ciento entre 2012 y 2018.
Lo que sucede en Tepito es un ejemplo en la recurrencia de los puntos críticos en los últimos cuatro años, y el por qué no se han implementado políticas públicas de inteligencia policial para revertir esa incidencia.
El estudio arroja también los nulos resultados que tienen los módulos de policía en los puntos críticos de violencia porque no inhiben la comisión de delitos.
Uno de los mayores hallazgos del estudio revela que la división territorial de la Ciudad de México para el trabajo policial –sistema de cuadrantes- no corresponde con los puntos críticos de la violencia homicida.
“La violencia de la que tanto escuchamos no es un fenómeno comprensible ni irresoluble, no necesitamos normalizarla, necesitamos actuar para reducir la violencia. El análisis que nosotros realizamos ofrece herramientas para diseñar estrategias focalizadas que atiendan las causas de los homicidios en la ciudad", dijo Ramírez de Garay.
OVM