Una jueza federal concedió una suspensión que impide la extradición a Estados Unidos del ex líder de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, quien acaba de dejar el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.
De acuerdo con registros judiciales, El Z-40, presunto responsable del homicidio de migrantes en San Fernando, Tamaulipas, y considerado uno de los capos más sanguinarios, fue llevado al Centro Federal de Readaptación Social Cuatro “Noreste” en el Rincón, en Tepic, Nayarit.
Diana Abraján Peña, jueza Segundo de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Edomex, concedió la medida cautelar al narcotraficante, la cual impide en estos momentos su entrega a los norteamericanos.
Sin embargo, las autoridades penitenciarias rechazaron ante la juzgadora que se busque extraditar a Treviño Morales, sino que solo fue llevado a otra prisión.
“Por otro lado, la autoridad responsable hace del conocimiento que el quejoso actualmente se encuentra recluido en el Centro Federal de Readaptación Social Cuatro ‘Noreste’; en consecuencia y a fin de no dejar en estado de indefensión al solicitante del amparo, con copia autorizada del auto de 5 de enero del año en curso, hágase del conocimiento al director de dicho centro de reclusión, la suspensión de plano concedida al quejoso”, detalla el acuerdo de la juzgadora.
El 15 de julio de 2013, las Fuerzas Especiales de la Secretaría de Marina (Semar) capturó en el municipio de Anáhuac, Nuevo León, al entonces líder absoluto de Los Zetas.
Su detención representó el primer gran golpe contra el narcotráfico en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la cual solo es equiparable a la reaprehensión que también se hizo en esa administración del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán.
De acuerdo con investigaciones de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Miguel Ángel es responsable de ordenar el secuestro y asesinato de 265 migrantes, cuyos cuerpos fueron localizados en fosas clandestinas en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, en 2010.
También se le vinculó con el asesinato de José Eduardo Moreira, hijo del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, ocurrido el 3 de octubre de 2012, en venganza por el abatimiento de su sobrino Alejandro Treviño Sánchez por parte de policías estatales.
Además, se le señala por la desaparición de decenas de personas en el municipio de Allende, Coahuila, por citar algunos casos. México ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos por información que condujera a su captura, mientras que Estados Unidos le puso un precio a su cabeza de 5 millones de dólares.
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