Sentencian a 22 años de cárcel a operador de Los Zetas en SLP

En los últimos dos años, Luis Ignacio Escobar Torres promovió amparos con otros narcos del penal del Altiplano, para reclamar malos tratos.

El hombre era el responsable de repartir droga
Rubén Mosso
Ciudad de México /

Un juez federal sentenció a 22 años de prisión a Luis Ignacio Escobar Torres, quien perteneció al cártel de Los Zetas y que por años operó en el estado de San Luis Potosí.

A fines de 2020 y principios de 2021, Escobar Torres formó parte de un grupo de 12 internos del penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, que se ampararon y reclamaron tortura psicológica, incomunicación, segregación y discriminación.

Entre dichos reos se encontraban el líder de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez Martínez, La Tuta, además de otros integrantes de Los Zetas y Héctor Ramón Takashima Valenzuela, El Cachimba, hombre de confianza de Joaquín El Chapo Guzmán, quien fue el piloto de la aeronave que trasladó al capo de Toluca a Sinaloa, tras escapar de dicho centro penitenciario el 11 de julio de 2015.

Ahora, un juez federal encontró penalmente responsable a Escobar Torres de los delitos de delincuencia organizada (hipótesis de contra la salud y secuestro); contra la salud en su modalidad de narcomenudeo hipótesis de posesión de clorhidrato de cocaína con fines de comercio (venta); portación de arma de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.

Según las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), Luis Ignacio era el responsable de repartir droga y de las tiendas donde ésta se vendía en los municipios de Villa de Reyes, Tierra Nueva, Santa María, La Pila y Zaragoza, en San Luis Potosí.

Al momento de su detención, en mayo de 2012, se le encontró en poder de un arma de fuego, así como 100 bolsas con clorhidrato de cocaína y 136 cartuchos útiles.

Por esta razón, el juez le impuso la pena de 22 años seis meses de prisión, por lo que continuará interno en el penal del Altiplano.

Cuando se amparó contra las autoridades del centro penitenciario, los reos también pidieron que se les concediera una suspensión por la falta de insumos de uso personal y solicitaron la autorización de ingreso por parte de los defensores particulares y/o familia; demandaron ropa interior (trusas y/o bóxer, camisetas, playeras), calcetas, calzado, calzado tipo tenis ya que la mayoría no cuentan con ropa y calzado adecuado, es decir la que poseen se encuentra en su mayoría en estado deplorable y en muy malas condiciones.

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