El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que durante la emergencia sanitaria se han analizado y otorgado 242 mil incapacidades temporales a trabajadores en áreas de riesgo de exposición alta o muy alta bajo un mecanismo específico, en el cual se reconoció al covid-19 como enfermedad de trabajo.
El director general, Zoé Robledo agregó que reconocer dicha enfermedad “permitió a los trabajadores hacer efectivo su derecho a la seguridad social”.
En la reunión de presidentes de Colegios de Profesores y Directores de Seminarios de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Robledo explicó que la atención de covid-19 se dio en medio de otra pandemia: las de las enfermedades crónico-degenerativas, como obesidad, diabetes e hipertensión que aumentan el riego de enfermedad grave.
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Además, en el momento más crítico de la emergencia sanitaria, de las 32 mil camas que se reconvirtieron y destinaron para la atención de covid-19 a la población general, 20 mil fueron del Seguro Social.
"El IMSS ha hecho frente a los múltiples retos de la pandemia mediante un amplio marco jurídico para garantizar la atención a derechohabientes y a personas sin seguridad social", explicó.
Robledo expuso que el Instituto se guio por el Artículo 4° de la Constitución para garantizar el derecho a la salud, además de coadyuvar en el ámbito de la economía con el otorgamiento de créditos solidarios y protocolos de higiene a las empresas.
Durante su participación como invitado de honor en el Conversatorio: “Covid-19 y el Derecho a la Salud”, Robledo afirmó que desde marzo del año pasado las nueve direcciones normativas y el Órgano Interno de Control en el IMSS se instalaron en un comando central de operaciones para la emergencia sanitaria.
“Fue ahí donde nuestro director jurídico, el maestro Antonio Pérez Fonticoba, planteó que la pandemia iba a tener también una dimensión jurídica que no debíamos dejar de ver”, afirmó.
Robledo destacó que entre los principales mecanismos jurídicos que se pusieron en marcha, se encuentra la protección de los trabajadores en caso de la pérdida del empleo, con el fin de continuar con la cobertura de la seguridad social, además de establecer que en la suspensión de labores por la contingencia sanitaria se protegería el salario.
También resaltó la celebración de diversos convenios con hospitales privados, que permitieron la atención de mujeres embarazadas y derechohabientes con urgencias quirúrgicas, y que, a diferencia de las experiencias de otros países europeos con gobiernos que nacionalizaron hospitales o servicios, el IMSS vio al sector privado como un aliado.
Finalmente, destacó que la relación con la UNAM es extraordinaria y de muchos años, que se vincula con el seguro facultativo de sus estudiantes, pero también con las y los residentes de la Facultad de Medicina que han apoyado en las unidades médicas y que han desempeñado un papel clave y a la altura de lo que ha significado esta pandemia.
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