La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) tuvo “problemas multifactoriales” en el ejercicio 2021, derivado de la falta de recursos humanos, pues el organismo cuenta con una estructura de 48 servidores públicos atribuidos a la logística de recepción y aprobación de las más de 100 mil solicitudes de condición de refugiado que tuvo México durante este año.
En un informe enviado al Congreso de la Unión, la Comar reconoció que en el primer trimestre del 2021 tuvieron falta de recursos humanos, así como mantenimiento de vehículos para la movilidad de las personas a las estaciones migratorias e, incluso, la disponibilidad de equipos multifuncionales con capacidad de impresiones de alta resolución.
“Aunado a esto, se tiene que actualmente se está llevando a cabo, un proceso de la fusión entre la Coordinación General de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur, disminuyendo la estructura integrada a 48 de servidores públicos que cuentan con las atribuciones para ejercer actos de autoridad en la materia de acuerdo con lo establecido en el manual de procedimientos específicos (…)lo que repercute en el desarrollo pleno de las atribuciones conferidas”, informó el organismo.
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En octubre, el coordinador general de la Comar, Andrés Ramírez Silva, aseguró a MILENIO que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur por sus siglas en inglés) financió el 50 por ciento de la capacidad operativa de la Comar con la aportación de 5 millones 600 mil dólares para la adecuación de oficinas, capacitación y contratación de personal que atiende en las diferentes oficinas de la Comar en el territorio mexicano.
“Nosotros tenemos un número de empleados muy pequeño para toda la cantidad de gente que llega (…) tenemos un trabajo con mucha mística y responsabilidad de compromiso pero con una capacidad operativa limitada” dijo en entrevista.
Sin embargo, en coordinación con la Acnur, se mantendría una capacitación permanente para el desarrollo de planes de trabajo en conjunto, lo que incluye la contratación del personal y adecuación de oficinas.
“Se está atendiendo a un mayor número de personas; actualmente, como se muestra en las cifras, se visualiza un incremento de los flujos migratorios, asimismo se refleja un incremento en la cantidad de solicitantes refugio y protección complementaria”, destacó la Comar en su más reciente informe.
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¿Cuáles son los acuerdos que realiza la Comar?
De acuerdo con las políticas del Manual de Procedimientos de la Coordinación General de la Comar, en el procedimiento para el registro de solicitudes para el Reconocimiento de la Condición de Refugiado , los facultados deben recibir la solicitud de Reconocimiento de Condición de Refugiado y turnarla a la Dirección de Protección y Retorno (DPR). De ser rechazado, se pasa a la creación del Acuerdo de Prevención para integrar y resguardar el expediente con copia al solicitante.
Si vuelve a ser rechazado, se pasa al Acuerdo de No Admisión y se entrega a la Subdirección de Protección nuevamente se brinda el acuerdo al solicitante, se recaba el acuse, e integra al expediente para ser archivado.
En caso de ser aceptado, se asigna el CUR al solicitarte, se elabora el acuerdo de Admisión con el Trámite de Registro y Oficio y se integra al expediente. Posteriormente, se revisa el acuerdo de admisión, la constancia de trámite y el oficio de la no devolución. Se entrega oficio de no devolución al Instituto Nacional de Migración (INM), recaba el acuse e integra al expediente, y termina el procedimiento.
Casos de dilatación de respuesta de la Comar dejan en indefensión a solicitantes
En 2019, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación de 38/2019 al Coordinador General de la Comar, Andrés Alfonso Ramírez Silva, por trasgredir el derecho de 112 solicitantes de refugio que no tuvieron una respuesta en tiempo y forma respecto a de la condición de refugiado durante el 2017 y 2018.
“Al no cumplir a cabalidad con lo establecido en la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, se evidenció dilación entre la presentación de la solicitud de las personas y la determinación sobre su admisión, al tardar entre uno y ocho meses para determinar si era admitida o no la petición, tiempo durante el cual las personas permanecieron sin documento alguno que acreditara su condición de solicitante de refugio”, dice el documento.
De acuerdo con dicha recomendación, la “dilatación” en la respuesta y resolución de trámites en manos de la Comar “dejó a esas personas en indefensión, ya que, desde hace más de un año, no cuentan con documento que respalde su condición de solicitante de refugio”.
EHR