En 29 de las 49 aduanas del país no existe la infraestructura necesaria para identificar riesgos como la introducción de mercancía ilegal, contrabando y piratería a territorio nacional, advirtió la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en una auditoría a la Cuenta Pública 2017 realizada en 2018, en la cual también destacó que el Servicio de Administración Tributaria (SAT), responsable de las aduanas, no cuenta con una política clara de prevención de la corrupción en esa área institucional.
Así lo reportó el órgano fiscalizador como parte del dictamen de la auditoría de cumplimiento financiero número 76 de la Cuenta Pública 2017.
No obstante, los resultados de la auditoría no indican cuáles son las 29 aduanas con deficiencias en su infraestructura de detección de riesgos.
En el documento, la ASF destaca que “se identificaron debilidades debido a que se observó que el mecanismo para el reconocimiento aduanero no es automatizado y que la selección se hace de manera subjetiva”.
Además, “se identificó que en 29 de las 49 aduanas no existe la infraestructura necesaria para la aplicación de sistemas de Reconocimiento No Intrusivo”.
Eso, explicó la ASF, implica “debilidades en la operación aduanera, ya que la Administración General de Aduanas no estableció controles para los factores de riesgo”, lo que posibilita la materialización del riesgo relacionado con la “introducción al país de mercancía ilegal, contrabando y piratería que afecten el control eficiente de la entrada y salida de mercancías del territorio nacional”.
Además, denunció que el SAT no dispone de una Política Institucional de Integridad y Prevención de la Corrupción, autorizada y vigente, que articule los controles institucionales establecidos para prevenir, detectar e inhibir irregularidades.
Dicha política también tendría que incluir la capacitación continua en ética, integridad y anticorrupción; la difusión adecuada de los Códigos de Ética y Conducta; el establecimiento, difusión y operación de una línea ética o mecanismo de denuncia anónima y confidencial de hechos contrarios a la integridad, así como una función específica de gestión de riesgos de corrupción y la evaluación del funcionamiento eficiente y eficaz de los controles implementados por la administración.
El órgano fiscalizador concluyó que “el sistema de control interno del proceso integral para el despacho, control y fiscalización de las operaciones aduaneras no es efectivo”.
También encontró que en 2017, la ejecución de la iniciativa Aduana Siglo 21, que debería enfocarse en la modernización de la infraestructura en las 49 aduanas del país, “se ha venido realizando mediante diversos proyectos independientes, sin programas de trabajo y sin la coordinación requerida para implementar controles efectivos”.
Esos proyectos, además, tienen retrasos considerables en sus avances físicos, “lo que le da entonces el carácter de una estrategia parcialmente implementada”.
CLAVES
“FACTOR HUMANO”
Margarita Ríos-Farjat, jefa del SAT, afirmó que el reto a vencer para mejorar el decomiso de armas y municiones en las aduanas del país es el factor humano, pues su buen funcionamiento depende de los principios éticos de los servidores públicos.
“PERVERSIDAD”
En conferencia de prensa, dijo que en el área de aduanas “hemos detectado ahí unas prácticas muy perversas, hay varias”.