Uno de cada cinco menores de edad que han sido reportados como desaparecidos en México no ha vuelto a su hogar, de acuerdo con el informe La infancia cuenta en México 2022, Niñez y desapariciones.
Desde que se comenzaron a registrar estos casos, hasta el día de hoy, 87 mil 436 niños y adolescentes fueron reportados como desaparecidos y el paradero de 17 mil 593 de ellos aún es desconocido.
Mientras que las investigaciones de aquellos localizados son tan deficientes que no permiten crear estrategias para prevenir el delito.
El informe La infancia cuenta en México 2022, Niñez y desapariciones, revela que las instituciones encargadas de la búsqueda no registran las desapariciones y localizaciones con mayor exhaustividad, se dejan de registrar detalles del cautiverio, que son relevantes en la investigación del delito, y también de los presuntos perpetradores o de las violencias que pudieron haber sufrido las infancias en el tiempo en que estuvieron desaparecidas.
“Las autoridades cierran las investigaciones una vez que sucede la localización, lo que impide conocer cuáles son los patrones y móviles del delito para prevenir futuras desapariciones y evitar la impunidad'', aseveró Tania Ramírez, directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
Los datos confirman graves problemas de comunicación entre las fiscalías y las comisiones de búsqueda a nivel local y nacional. En consecuencia, advierte la sociedad civil, la falta o negación de información entre instituciones está obstaculizando el acceso a la verdad y complejiza aún más la posibilidad de hacer búsquedas efectivas.
Durante 2021, se reportaron en promedio 17 desapariciones de niños y adolescentes al día, mismas que, de acuerdo con el informe, están vinculadas a otros delitos como el secuestro, trata de personas, explotación sexual y el reclutamiento por la delincuencia organizada; este ultimo ligado a su vez, a las desigualdades, la deserción escolar o falta de acceso a la educación, el consumo de drogas y la falta de oportunidades, que se traducen en una coyuntura para los grupos delictivos de integrarles a su organizaciones.
La investigación revela el fenómeno de desapariciones que puede significar una estrategia de sobrevivencia como producto de las violencias dentro del hogar, como un arma de doble filo al arriesgar a niños y adolescentes a ser víctimas de la delincuencia organizada, al mismo tiempo que contempla aquellas que se producen de la sustracción a manos de uno de los padres.
La crisis de desapariciones originó una nueva modalidad y forma de violencia que carece de registro exhaustivo y muestra sólo algunos patrones en la que se usan a niños y adolescentes para reproducir violencias.
Una de ellas es la desaparición “intermitente”, es decir, niños, niñas y adolescentes desaparecidos en más de una ocasión durante un mismo periodo de tiempo, así lo revelan datos de la Fiscalía de Jalisco, quien registró un total de 69 “niñas, niños y adolescentes reincidentes denunciados en 2021”.
El 55% de las personas desaparecidas de 0 a 17 años son mujeres; ocurre mayormente entre mayores de 12 años (74.5%).
Durante el año 2021, se reportaron niños y adolescentes desaparecidos en todo el país, pero el Estado de México (22.2%) encabeza la incidencia, le sigue Tamaulipas (10.1%) y Jalisco (7%).
Esas tres entidades concentran 39.3% del total de casos, pues cuatro de cada diez niños, niñas y adolescentes han desaparecido allí.
Un punto a destacar de la investigación es que ocho de cada diez son localizados con vida, mientras que en las fosas clandestinas no suelen aparecer cuerpos de personas menores de 17 años de edad.
JLMR