La inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la primera gran obra del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, ocurrió entre gritos de “¡sí se pudo!” y “es un honor estar con Obrador”; pero para los usuarios del AIFA, llegar a esta terminal aérea significó invertir en un taxi de aplicación o usar el transporte público.
En MILENIO nos dimos a la tarea de viajar al AIFA desde la zona centro de la Ciudad de México, en transporte y Uber, para comparar precios, tiempos de traslado y posibles dificultades para llegar. Esto fue lo que encontramos.
Tiempo de traslado al AIFA
El día feriado por el natalicio de Benito Juárez jugó a favor del gobierno federal y no se hicieron presentes las filas en las casetas o el tráfico de la hora pico.
En trasporte público, nos tomó cerca de una hora y media llegar al Felipe Ángeles. Destinamos 50 minutos del Metrobús Juárez hasta el paradero de Indios Verdes; mientras que los otros 40 minutos los pasamos en una unidad de ADO Conecta, que nos trasladó a la base militar de Santa Lucía. Hay que contemplar que no encontramos tráfico, pese a las obras en el Circuito Exterior Mexiquense.
- Te recomendamos Pasajero viajó desde Chihuahua para conocer AIFA; "no tenía expectativas, pero me sorprendió" Política
La unidad de ADO Conecta que va al AIFA es directa, por lo que no pierde tiempo en hacer alguna parada. En una de las combis que hoy se dirigió al aeropuerto, nueve de los 12 lugares fueron ocupados por los usuarios.
Viajar con poco equipaje no implica algún impedimento; sin embargo, hacerlo con más de una maleta puede ser incómodo en horas pico.
Desde el centro de la capital es más fácil llegar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en trasporte público, pues se puede hacer en Metro, en la Línea 5 uno de los derroteros con menos usuarios; mientras que el Metrobús te deja en las puertas de la Terminal 1 o 2.
- Te recomendamos ¿Qué tan lejos está? Esto tardarás en llegar del AICM al AIFA Negocios
Traslado en taxis por apps
Llegar a la entrada de la base aérea en Santa Lucía en Uber, desde la zona centro de la Ciudad de México, se logra después de 45 minutos por la carretera México-Pachuca; sin embargo, arribar hasta la zona de abordaje toma otros 20 minutos.
Para los pasajeros de Uber el trayecto resulta cómodo y rápido, pero los conductores aún manejan entre la incertidumbre de cómo operar ahí dentro.
Alberto hizo hoy su primer viaje al aeropuerto en Santa Lucía, conocía la zona, pero nunca había entrado. Durante los últimos minutos del viaje ya se le notaba confundido y preocupado por el momento en el que tuviera que abandonar la base militar.
“Nos afecta venir desde la ciudad hasta acá y regresarme vacío; no me conviene”, reprochó tras enterarse que no podría cargar pasaje en el nuevo aeropuerto debido a que es una zona federal.
Al recorrer los primeros metros de la base militar se observan caminos bien definidos para peatones, bicicletas y automóviles, aunque por el momento a los únicos que se les ve caminando son a los elementos del Ejército que resguardan las instalaciones.
Aviones de la Fuerza Aérea Mexicana, un hotel, un centro comercial, museos y edificios blancos acompañan a los usuarios hasta la entrada a su sala de abordaje. No obstante, ya casi al llegar a la puerta principal aún hay obras en construcción.
¿Cuánto cuesta llegar al Felipe Ángeles?
Tan sólo 56 pesos fueron necesarios para llegar al AIFA en transporte público desde el centro de la Ciudad de México: seis para el Metrobús, que nos llevó de la estación Juárez a Indios Verdes; y 50 para la combi hasta Santa Lucía, en el Estado de México.
Si comparamos los 56 pesos, con los seis que nos gastaríamos si partiéramos del mismo punto al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en Metro; o los 30 pesos en Metrobús, hay una diferencia que va de los 50 a los 26 pesos.
Mientras que para llegar al AIFA en Uber se requiere de una inversión de 349 pesos, con el costo de la única caseta incluido.
¿Qué hay en el AIFA?
El aeropuerto en Santa Lucía cuenta con siete puertas de acceso que en conjunto conforman una media luna, así como con dos salas para vuelos nacionales e internacionales. Además, está conformado por tres pisos que están nombrados conforme a su altura en metros: 00, 525 y 1050.
Hay tiendas como Starbucks -que por ser día de inauguración los trabajadores se dedicaron a regalar bebidas y pan-, asimismo está Krispy Kreme que tuvo oferta de 2 por 1 en donas; mientras que para aquellos que quisieran comprar un libro antes de abordar hay una sucursal del Fondo de Cultura Económica (FCE), que el mismo Paco Ignacio Taibo II supervisó.
El aeropuerto en Santa Lucía cuenta con tecnología que permite un abordaje más rápido y seguro como el paso por sensores biométricos, así como diseños originales en áreas comunes como los sanitarios. Sin embargo, contrasta con una red Wifi propia con la que sólo se encuentra señal en puntos específicos y de manera intermitente.
El AIFA todavía cuenta con locales comerciales vacíos, algunos ya con anuncios de próxima apertura como Pastes Kikos, negocio tradicional de Hidalgo.
Además, tiene un Museo Paleontológico o Museo del Mamut, como se le conoce comúnmente; un Museo de la Fuerza Aérea Mexicana y un hotel de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Sin embargo, trasladarse a alguno de estos puntos es complicado debido a que la única opción es en automóvil particular o taxi, que te cobra 150 pesos para llevarte al Museo del Mamut, con un tiempo de espera de 40 minutos o más.
El Museo Paleontológico recibe a los visitantes con una réplica de mamut y un esqueleto de este mamífero, para después dar paso a una sala interactiva con representaciones de animales del Pleistoceno como osos, perezosos o jaguares.
La exposición del Museo del Mamut incluye los restos óseos que se hallaron durante la cimentación del aeropuerto.
Los primeros pasajeros
Una vez que se cruzan las puertas de las salas principales, murmullos, gritos, porras de apoyo para el presidente Andrés Manuel López Obrador y el olor a nuevo te reciben. Pero la bienvenida principal la dan los pasajeros, quienes en su mayoría son vecinos de entidades como Hidalgo y Estado de México.
Emocionados cuentan que el AIFA tiene características similares a los aeropuertos de otros países y que se trata de “una evolución para México”, como comentó Beatriz, una mujer que acompañada de su hijo hizo un viaje a Guadalajara sólo para conocer el lugar que está a 40 minutos de su hogar.
También llegaron a conocer el aeropuerto simpatizantes de López Obrador, como quienes volaron desde Villahermosa, Tabasco, con el pretexto de tomar vacaciones.
Andrés Ramos llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con su esposa, su hermana y su cuñada para inmediatamente después ir al AIFA y tomar un vuelo a Cancún.
“Venimos a mostrar el respaldo a nuestro Presidente por esta magna obra que se inaugura hoy; son instalaciones súper nuevas, tecnología importantes y diferente, además tiene acabados de primera”, contó.
Andrés Ramos y su familia portaron playeras con el rostro de López Obrador que ellos mismos mandaron a hacer.
Otro pasajero fue Javier Villegas, quien viajó desde Los Ángeles, Estados Unidos, con el único propósito de conocer el AIFA y que con orgullo reconoció que es una obra construida por el mismo arquitecto que diseñó el aeropuerto de Bonn, Alemania, y el de Bangkok, Tailandia.
“Es impresionante y emocionante, se pueden lograr cosas uniéndonos, los mexicanos podemos hacer las cosas bien”, narró.
Alex Martínez es trabajador de limpieza del AIFA desde hace un mes, gana mil 500 pesos a la semana y al vivir a 20 minutos de su lugar de trabajo no tiene que destinar la mayor parte de su salario en traslados.
“Lo que llevo es un mes, y mi experiencia es desde que estaba en obra negra hasta ahora que se ha cumplido con esta magnífica obra”.
“A mí me benefició (el AIFA), yo creo que a mucho de nosotros porque la mayoría no teníamos trabajo de este lado”.
Martínez tiene el sueño de viajar desde el AIFA hasta Yucatán para conocer otras de las obras iniciadas en la actual administración: el Tren Maya.
El AIFA también ha cambiado la opinión de escépticos al proyecto, como Ricardo Valverde, quien voló desde Chihuahua a la Ciudad de México con el objetivo de “hacer historia”.
“(El AIFA) me pareció bastante bien, la verdad no tenía expectativa del aeropuerto, pero la verdad es que ya cuando llegué, es mejor todavía, obviamente porque es nuevo, que el aeropuerto Benito Juárez, sí me sorprendió bastante en cuestión de dimensiones, sí se ve que pudiera crecer, y ver qué tanto les beneficia a las aerolíneas”
En entrevista durante el primer vuelo del AIFA a Monterrey, Valverde explicó que cuando conoció el proyecto sobre el aeropuerto en Texcoco y posteriormente el del AIFA, “sí era un cambio abismal en cuestión del diseño, la capacidad, el tamaño, pero se ve que pudiera ayudar de cierta manera para descongestionar el Benito Juárez”.
“No todos los días tiene la oportunidad de estrenar un vuelo y un aeropuerto, me encanta la aviación y pues dije ‘vamos a hacer historia’”, indicó.
Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró al aeropuerto en Santa Lucía con el cobijo de la gente como si se tratara de un mitin en el Zócalo de la Ciudad de México y, sobre todo, los hidalguenses y mexiquenses se apropiaron de la base militar que por sus fachadas blancas desentona con las casas grises que la rodean.
FS