Accidentes de tránsito, primera causa de muerte en personas de 15 a 19 años: reporte

El reporte también establece que el alcohol constituye la segunda causa de orfandad, sobre todo, entre menores de cinco y nueve años.

Accidentes de tránsito, primera causa de muerte en personas de 15 a 19 años: reporte | Andrés Lobato
Blanca Valadez
Ciudad de México /

Los accidentes de tránsito constituyen en México la primera causa de muerte en personas de 15 a 19 años y el 60 por ciento de ellos tiene relación con el consumo de bebidas embriagantes, de acuerdo con el Segundo Reporte de la Sociedad Civil sobre Consumo Nocivo de Alcohol.

La pandemia tuvo relación en el incremento del consumo de alcohol: las personas bebían para tratar de controlar la presión y condiciones que se vivían durante el aislamiento, como estrés, ansiedad o la propia preocupación de ser contagiadas.

El reporte también establece que el alcohol constituye la segunda causa de orfandad, sobre todo, entre menores de cinco y nueve años, de acuerdo con fuentes oficiales consultadas en la elaboración del informe.

Alor Ricardo Ruiz Hernández, investigador principal de la publicación, señaló que se recopilaron algunos aspectos sobre la disponibilidad de alcohol a la cual se exponen sobre todo los menores de edad, la conducción de vehículos bajo los influjos del alcohol, la publicidad, la promoción y el patrocinio de las empresas alcoholeras, el insuficiente acceso a tamizaje, intervenciones breves y tratamiento de quienes padecen problemas relacionados con la bebida, además de señalar la necesidad de incrementar impuestos a dichos productos para captar recursos que resarzan los daños ocasionados por el consumo.

La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat 2016), los menores de edad consumen alcohol a edades cada vez más tempranas que hace 10 años, siendo la edad promedio de inicio los 12 años. Respecto al tabaco, la edad promedio de consumo diario es de 14 años.

Además, un estudio realizado por ITZAM (2020) señala que la principal razón por la que niños y adolescentes consumen estas substancias es la curiosidad. 

Los números indican que en el caso del alcohol es del 84% y del tabaco del 98%. La curiosidad es algo perfectamente normal en el ser humano, y aún más a temprana edad, es parte del desarrollo de las y los menores, lo importante es canalizarla hacia actividades positivas para ellos.

“Indudablemente la pandemia tuvo relación en el consumo, las personas bebían para tratar de controlar la presión y condiciones que se vivían durante el aislamiento, como el estrés, la ansiedad o la propia preocupación de ser contagiadas. Fue evidente que la propia industria aprovechó estas condiciones, las explotó a su favor tratando de proyectar la imagen de que el alcohol podría ser una manera de resolver problemas, así que durante la pandemia el acceso a las bebidas estuvo presente”, agregó.

El reporte pretende ser una herramienta para la incidencia pública y busca sensibilizar a las personas que toman decisiones en este país, sea en el Congreso, en las instituciones del Ejecutivo federal, o entre líderes de las esferas privada y social, apuntó Juan Núñez Guadarrama, coordinador de la Coalición México Salud-Hable.

El esfuerzo de la sociedad civil constituye una base para seguir coadyuvando al diseño y la aplicación de las políticas públicas para prevenir y controlar el uso de alcohol con las autoridades de la Secretaría de Salud, de la Comisión Nacional contra las Adicciones y de la Oficina Nacional para el Control del Tabaco y el Alcohol.

Guillermina Natera Rey, directora del Centro Colaborador de la OPS/OMS sobre Alcohol y Adicciones del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, señaló que “se revisó el consumo de alcohol realizado antes y después de la pandemia y se encontró que se mantuvo igual, con una reducción ligera del consumo de riesgo. Llamó la atención sobre la relación entre la depresión y el consumo de alcohol y los centros de salud, que deben estar preparados para la detección y atención de esos problemas de salud mental”. 

Refirió el trabajo que ha desarrollado su instituto desde hace cuatro años con los centros de atención primaria a la salud y dijo que el INP tiene a disposición doce modelos sobre intervención comunitaria.

“Nos falta trabajar mucho más en difundir y hacer saber a la población los riesgos del consumo nocivo. De acuerdo con las investigaciones más recientes que nos importa saber que el alcohol provoca más de 200 condiciones de salud entre ellas las enfermedades no transmisibles", señaló Nancy Paulina López Olmedo, investigadora adscrita al Centro de Investigación en Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición reveló que el 21% de adolescentes de 10 a 19 años reportaron ser consumidores de alcohol en los últimos 12 meses, lo cual los definen como consumidores actuales, además de que alrededor del 52% de adultos presentan esa modalidad de consumo.

Jorge Ameth Villatoro Velázquez, integrante de la Red Internacional Científica de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz y Responsable de la Unidad de Encuestas, señaló que el alcohol ha sido la droga principal por la que se registran ingresos en los centros de tratamiento por mucho tiempo, pero falta avanzar a la prevención y el control del consumo. 

Respecto a la precepción de resigo del consumo de alcohol señala que el 25% de los adultos considera que es peligroso y el 50% de los adolescentes el 50%. Se ha normalizado el consumo de alcohol, acepta.

Debe darse énfasis a la prevención y a la detección oportuna del consumo entre adolescentes y jóvenes, para contener la experimentación y el progreso del consumo y, en su caso para derivar a tratamiento especializado los casos que hayan evolucionado ya, comentó Carmen Millé Moyano, directora del Centro de Respuestas Educativas y Comunitarias (CRECE).

“Es valioso trabajar en las escuelas secundarias y de bachillerato en programas permanentes, pues se logra reducir hasta en 50% la experimentación con bebidas alcohólicas y el consumo regular”, dijo. 

Reconoció como plausibles experiencias internacionales, como el modelo de Islandia, pero se debe considerar las características de México. Aquí no podrían pedir a un policía que detenga a un adolescente que ande en la calle después de las 22:00 horas, por ejemplo.

Raul Martín del Campo hizo una recapitulación del contenido del Segundo Reporte de la Sociedad Civil sobre Consumo Nocivo de Alcohol. 

Recordó la relación del uso de alcohol con enfermedades cardiovasculares, cáncer, así como con los accidentes viales. 

A este respecto señaló que por cada deceso de una persona que maneja alcoholizada fallecen dos acompañantes. Dijo que el reporte de la sociedad civil le sirve como material académico que analizan sus estudiantes de maestría en varias universidades. 

“Fue afortunado tratar la combinación de bebidas energizantes con el consumo de alcohol en la que incurren muchos jóvenes con la idea equívoca de que pueden mitigar un estado de embriaguez para seguir la fiesta”.

JLMR 

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