Escape del Cereso en Tula: dan prisión de 13 meses a menor de edad por la fuga de ‘El Michoacano’

Historia

La fuga de José Artemio Maldonado Mejía, líder de la agrupación delictiva Pueblos Unidos, del penal de Tula fue posible con la ayuda de varios adolescentes. Ángel es uno de ellos y esta es su historia.

Adolescentes participaron en la fuga del "michoacano". (Especial)
Alejandro Reyes
Pachuca /

Ángel, de 17 años, originario del Estado de México, fue sentenciado a un año y un mes de prisión en el Centro de Internamiento para Adolescentes de Pachuca. Su delito: evasión de presos agravada y homicidio calificado en grado de tentativa.

El 1 de diciembre de 2021 participó en la fuga de José Artemio Maldonado Mejía, alias “El Michoacano”, líder de la agrupación delictiva Pueblos Unidos, del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tula.

Dos días más tarde, Ángel, comerciante, soltero, con educación solo de primaria y de religión católica, fue detenido por agentes de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) tras la orden de aprehensión en su contra.

Pero antes de eso, entre las cuatro y las cinco de la madrugada del 1 de diciembre del año pasado él y un grupo de personas ayudó a la fuga de nueve internos del penal de Tula.

La función de Ángel en esa operación, que le costará 13 meses de encierro, era la de dar la orden de tirar los ponchallantas -estrellas metálicas picudas- para impedir que las unidades de seguridad pública obstaculizaran la fuga de nueve personas privadas de su libertad, entre ellos “el michoacano”, el objetivo principal de la evasión de presos.

En la tercera guardia del Cereso de Tula, a las 4:30 de la mañana, los policías del centro penitenciario escucharon un golpe muy fuerte, era la de una camioneta Pick Up color rojo, caja blanca, con una defensa adaptada que envestía el zaguán y entró al penal. Afuera explotó un vehículo.

De la camioneta descendieron cerca de diez sujetos con armas largas, gorras, pasamontañas, ropa táctica militar y botas, quienes comenzaron a hacer disparos dentro del penal los cuales fueron respondidos por los policías penitenciarios.

Tras la fuga de los internos, quedaron en el Cereso cartuchos dorados, casquillos grises, el espejo de un vehículo, vidrios rotos, una hoja de portón deformada, un vehículo blanco, una barreta metálica con punta, un disco para corte de metal, una mochila negra y un esmeril. “El michoacano” y ocho más se dieron a la fuga.

Afuera del penal un hombre y un policía resultaron heridos luego de la evasión. El policía fue lesionado de la pierna izquierda, lo mismo que el hombre de 45 años. El policía se encontraba con un compañero en la patrulla 733 la cual recibió impactos de arma de fuego de quienes participaron en la evasión del penal.

Ángel fue contratado por dos personas, una de ellas una mujer de 16 años, quien le dijo cómo y cuándo llegaría a la ciudad de Tula. La mujer le dijo que la ayuda que le solicitaba era para la fuga de unos reos.

Él aceptó e incluso invitó a un amigo. Ambos sabían que estaban reclutando cerca de 25 personas para la evasión de nueve presos del penal de Tula. Los dos fueron contactados por una persona a quien apodan “Rabias” y este los llevó al hotel Posada Virrey en el Estado de México y de ahí se trasladaron a Hidalgo.

El 1 de diciembre, en un hotel de Tula, llegaron unas personas a su cuarto las cuales les dieron uniformes de militar camuflajeados, botas, armas, chalecos antibalas y les proporcionaron armas R-15.

Ángel se percató que se había reclutado a 15 personas las cuales también se encontraban en algunos cuartos del hotel. Eran adultos y adolescentes. Todos con el mismo objetivo tirar los ponchallantas.

Recuerda que el día de la fuga de los presos, en el fuego cruzado con los policías, otro adolescente fue herido de un balazo en una pompa y tuvieron que esconderse en una barda porque no podía caminar.

Esa madrugada Ángel estaba ubicado en una capilla que está cerca de la Santa Muerte color verde. Iba en una camioneta Suburban con otros adolescentes los cuales se bajaron para aventar de las cubetas los ponchallantas. También arrojaron varillas en forma de U y continuaron rumbo al Cereso. Su misión: ayudar a liberar “al michoacano”.

El líder de Pueblos Unidos escapó, después sería reaprendido. Ángel huyó, pero corrió con la misma suerte. El 3 de diciembre de 2021 fue aprehendido y trasladado al Centro de Internamiento para Menores de Pachuca.

Tres meses después su defensa solicitó un procedimiento abreviado, una terminación anticipada de la pena, con lo que fue sentenciado a un año y un mes de prisión y el pago de seis mil pesos por la reparación del daño en beneficio de tres víctimas así como la libertad asistida por un año por los delitos de evasión de presos agravada y homicidio calificado en grado de tentativa en calidad de coautor y autor emergente.

El día de su detención por agentes de investigación Ángel llevaba una chaqueta color verde militar, una playera tipo polo, un pantalón verde militar y botas negras. Vestía el uniforme táctico con el que ayudó a la fuga del “michoacano”.


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