El rezago educativo derivado del impacto del huracán Otis pone en riesgo a más de 625 mil estudiantes de educación básica que se verán afectados por el cierre de planteles debido a la emergencia en Guerrero.
Así lo estimo un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) , donde advirtió que pese a que la Secretaría de Educación de Guerrero reportó daños en 369 planteles de educación básica con afectaciones por el huracán, estos reportes refieren únicamente a Acapulco y Coyuca de Benítez, que abarcan dos de los 46 municipios con grandes afectaciones.
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La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana declaró inicialmente 46 de los 85 municipios del estado como zonas de desastre; estos alojan a siete de cada 10 estudiantes de educación obligatoria en Guerrero.
No obstante, las autoridades educativas aún no terminan de evaluar y cuantificar los daños que sufrieron las escuelas.
Ante ello, el IMCO analizó el tamaño de la matrícula, el cuerpo docente y las escuelas que se encuentran dentro del total de comunidades afectadas con la información oficial disponible y estima que estas cifras son mayores.
Indicó que dentro de los 46 municipios afectados por el huracán hay 625 mil estudiantes, 38 mil docentes y 7 mil 498 escuelas de educación obligatoria que se verán afectadas por el cierre de escuelas debido a la emergencia. A lo que se suma el daño en la infraestructura educativa.
El instituto expuso que para prevenir mayores afectaciones a la formación de los niños y jóvenes que habitan las zonas más afectadas, es clave que las autoridades prioricen la recuperación de los servicios educativos.
Sin embargo, dijo, a tres semanas del huracán, no hay una estrategia para prevenir los estragos que esta crisis tendrá sobre la educación.
Observó que en lo expuesto en el Plan General de Reconstrucción de Guerrero, la recuperación educativa dista de ser una prioridad, ya que sólo se considera un monto de 10 mil millones de pesos que deberán utilizarse para el abastecimiento y mejoramiento de líneas de distribución de agua, drenaje, arreglo de calles, alumbrado público, hospitales, escuelas, los dos aeropuertos y otros servicios, pero carece de alcances específicos para su aplicación en temas educativos.
Además, aún no se ha trazado una ruta de emergencia para la reconstrucción prioritaria de escuelas, con el propósito de reducir al mínimo su cierre prolongado y evitar así las repercusiones que esta prolongada interrupción tendrá en la educación de los niños y jóvenes que viven en las zonas más afectadas.
Guerrero es la tercera entidad con la escolaridad promedio más baja. Mientras que la escolaridad promedio a nivel nacional es de 9.7 años, el estudiante promedio en Guerrero cuenta con 7.6 años de educación, lo que equivale a terminar primero de secundaria. Además, cerca de 10 por ciento de los niños y jóvenes entre tres y 14 años que viven en el estado no asisten a la escuela. Por cada 100 habitantes de 15 años y más, hay 12 que no tienen ningún grado de escolaridad y solo 16 terminan educación superior
SCZ