Las películas de policías contra ladrones llamaban su atención desde adolescente. Ella quería ser una mujer que hiciera cumplir la ley y atrapar a los malos, siempre lo supo. Karla Karina estudió hasta titularse como licenciada en criminalística y logró ingresar a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, como agente de la Policía de Investigación (PDI). El 15 de marzo, Karis, como es conocida por amigos y familiares, salió de casa en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, para ir a trabajar, pero aquella joven de 27 años y con cuatro meses de embarazo ya no regresó; fue encontrada sin vida.
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Eran las 21:20 horas aproximadamente cuando vio por última vez a su mamá, con quien vivía. La joven le dijo que iría a la fiscalía a hacer guardia nocturna. Cerca de 30 minutos después le escribió por WhatsApp diciéndole "Ya llegué mami, te amo"; mensaje que a la familia les hizo creer que todo estaba bien. Sin embargo, al otro día, como a las 10:00 horas, compañeros de la fiscalía acudieron a la casa de la señora para decirle que la agente de la PDI no había llegado al pase de lista.
De inmediato inició la búsqueda de la mujer. Tras varias horas, su automóvil Kia Forte negro fue localizado afuera del Rodeo Santa Fe, en Tlalnepantla de Baz, pero de ella no se sabía nada. Miguel, su hermano, fue a levantar una denuncia en la fiscalía por la desaparición de la joven. Más tarde, como a las 20:00 horas, regresó al lugar del hallazgo del carro, el cual fue abierto para saber si había algún indicio de dónde podría estar Karis, pero no encontraron rastro alguno, sólo que el vehículo estaba bien estacionado, lo que causó sospecha en Miguel, quien sabía que su hermana nunca se parqueaba de forma correcta.
La familia recibió una llamada de autoridades ministeriales para decirle que encontraron un cuerpo con las características físicas de la agente. Al acudir al forense confirmaron que se trataba de ella. El reporte policial indica que fue hallada junto a cuatro casquillos calibre 9 milímetros, un cartucho sin percutir del mismo calibre y una parte de una mira láser con riel, sobre un camino de terracería en una zona boscosa de la localidad de Agua Bendita, en el municipio de Timilpan.
La familia de Karla Karina refiere que la mujer era maltratada por Manuel 'N', elemento en activo de la Policía de Investigación (PDI) con quien tuvo un noviazgo. Se sabe que el 18 de febrero pasado afuera de la Fiscalía de la Ciudad de México, en avenida Jardín 356, colonia del Gas, alcaldía Azcapotzalco, la golpeó.
“Mi hermana no lo comentó, se lo dijo a mi mamá y a sus migas, del día que ella fue violentada a las afueras de la fiscalía de Azcapotzalco. Ella era amenazada y acosada constantemente, yo creo que ésta persona investigó a mi hermana porque ni siquiera tenía su domicilio. Queremos que se esclarezca la situación y no queremos un presunto responsable, lo que pedimos justicia con datos y hechos”, contó Miguel en entrevista con MILENIO.
A decir de él, su hermana era violentada desde diciembre, “cuando inició más constante el tema”, pero “hay muchas situaciones que hacen pensar que se frenó posiblemente alguna denuncia que Karina quiso poner (contra Manuel “N”) porque la violentaron afuera de la fiscalía y nunca hubo un plan de acción” hacia su ex pareja, quien, de acuerdo con Miguel, trató de estrangularla y “le dejó unas marcas muy severas en el cuello, la tiró, la sometió y le puso la rodilla en el pecho”.
El embarazo de Karla Karina era un tema por el cual “ésta persona comenzó a ser muy violenta porque decía que no era hijo de él y que no quería hacerse responsable y la mayoría de sus problemas comenzaron por eso”.
Karla Karina llevaba dos años como agente de la PDI y siempre buscaba ser buena en su trabajo e incluso había comenzado una carrera en derecho. No obstante, sus últimos días, recuerda su hermano, se notaba triste y “con un carácter muy opaco”.
“Sí cambió bastante. Lo último que platicamos fue el tema de esa persona contra quien ella iba a poner una denuncia (…) debajo de su almohada encontré un crucifijo y algunos Salmos en su tocador; ella no solía usarlos mucho, así como una veladora”, recuerda Miguel.
La familia de ella vive en la incertidumbre al no tener conocimiento de quién la habría matado. No sólo ello, sino que incluso temen por su integridad “ya que si la persona o personas fueron capaces de hacer eso (con Karis), son personas sin escrúpulos y capaces de cualquier cosa”.
“Hasta el momento no nos han dado respuesta en las investigaciones, no nos han dicho si la persona presuntamente responsable sigue en sus actividades (…) al pertenecer ella a la corporación y seguir activa la persona que posiblemente se tome como un sospechoso, tendría que haber un seguimiento puntual, pero en verdad no lo hay y no se comunican con nosotros. Llega el momento en el que pedimos información y no la facilitan”, señala Miguel.
El 6 de abril Karla Karina cumpliría 28 años. Su cuerpo fue sepultado en el panteón Los Cipreses, en Naucalpan. Ese día, agentes de la fiscalía, con el uniforme de la corporación, acudieron a darle el último adiós. Entre sirenas de patrullas, el pase de lista a los elementos caídos, oraciones y lágrimas, Karis, aquella joven que soñaba con ser policía, recibió el último adiós de sus seres queridos.
LG