“El derecho a preguntar es un derecho natural, un derecho humano. No veo a un México sin un instituto que garantice tener respuestas”, resume Adrián Alcalá con un ejemplo del lenguaje sencillo que se ha propuesto utilizar para que los mexicanos comprendan mejor y defiendan la labor del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), del que ahora es presidente.
Nombre largo y técnico, sí. Complicado de asimilar para la gente de a pie. Y él mismo lo reconoce.
“Cuando tú les explicas a las personas que no están inmersas en el ejercicio de los derechos de acceso a la información y protección de datos personales, obviamente dicen ‘no te entiendo’. A eso me refiero, a hablar con lenguaje sencillo”, dice en entrevista con MILENIO al explicar cuál es uno de los retos para los próximos tres años.
Adrián Alcalá, licenciado en Derecho y maestro en Amparo, cachanilla por su origen sudcaliforniano, fue elegido presidente del INAI en medio de una de las ‘tormentas’ más severas que ha sufrido el organismo en casi 10 años.
En estos momentos, el instituto subsiste entre amagos de extinción, tres de siete sillas vacías y una áspera elección interna en la que una de las colegas de Alcalá, que se decía su ‘gemela’, convertida en su rival, lo acusó de ser “alguien sin solvencia ética y moral”.
Pese a los escenarios adversos, afuera y adentro, Alcalá asume con optimismo su nuevo encargo en el instituto, al que llegó hace casi 10 años, recién creado, en 2014, como titular de la Secretaría de Acceso a la Información, una de las posiciones más importantes de la estructura, solo por debajo de los comisionados.
En 2014, Alcalá Méndez venía de ser consejero del Instituto de Transparencia de Baja California.
Afirma que, hasta ahora, no ve una amenaza real de que prospere la eventual iniciativa para la desaparición del Instituto.
“¿Qué riesgo veo yo? Ninguno, yo confío en las y los legisladores. No compartimos la visión del Presidente de la República porque nosotros tenemos evidencia día con día de que el INAI sirve a la sociedad, sirve para realizar trámites, para mejorar servicios, para acceder a otros derechos. No veo ningún riesgo, pero habrá que dar la batalla y habrá que presentar argumentos”, dice convencido.
“Yo no veo a un México sin el INAI y no se trata de personas, se trata de instituciones y de lo que defienden”, insiste.
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Confía, sobre todo, en la oportunidad que le daría participar en el parlamento abierto que organice el Congreso de la Unión.
“De prosperar la iniciativa, habremos de intentar todas las instancias legales que existen para defender a la institución”, afirma.
“Cuando se tenga que ser firme, se va a ser firme, en el sentido de que no compartimos la visión del Presidente de la República… Así seremos cuando tenga que ser. Fuertes y definidos”, insiste.
Además, el comisionado presidente niega que en el instituto haya un “desbarajuste de cuentas”.
“Es una mala percepción del presidente, porque si hubiera un desbarajuste, las cuentas públicas no estuvieran aprobadas por la Cámara de Diputados y la Auditoría Superior de la Federación”, dice.
Sobre la ausencia de tres comisionados, dos vacantes desde 2022, Alcalá también confía en lograr que se cumpla la resolución de la Suprema Corte para que el Senado designe a las personas que faltan.
“No hay ruptura, hay democracia”
En la sesión en la que fue electo, el domingo 10 de diciembre, se dejó entrever una aparente división entre los cuatro integrantes del instituto, pero Adrián Alcalá también toma con calma y desestima lo que ocurrió.
Apenas iniciada la sesión para elegir nuevo presidente del instituto, la comisionada Julieta Del Río retiró su candidatura por no lograr un “acuerdo de unanimidad” y lanzó una ‘bomba’.
“No puedo avalar a personas que no tienen solvencia ética y moral suficiente para que tomen las riendas de este instituto, no, no puedo, va contra mis principios”, reprochó y anunció su voto por la tercera opción, la comisionada Josefina Román.
Al respecto, Alcalá asegura que su elección como nuevo presidente del INAI fue la ideal, pues su perfil es intachable.
“Mi carrera, mi experiencia, mi expertise me avalan, no solamente por tener los años de experiencia, sino por lo que hemos construido desde la consejería en Baja California, sino también en el INAI, como secretario. Mi proyecto y mi persona me avalan y respaldan este dicho”, presume.
Convencido de que logrará sacar adelante al instituto, Adrián Alcalá asegura que el reto mayor es poner en la discusión pública la importancia del INAI y qué pasaría si no existiera un instituto que le garantizara a las personas el derecho a que se les responda o el derecho a proteger su privacidad.
“El derecho a preguntar es natural, es un derecho humano. Los niños preguntan desde chicos ‘¿qué es esto?’, ‘¿qué es esto?’, ¿y ¿qué dice la mamá si está enfadada? ‘No te voy a contestar, ya cállese niño’. Este es un instituto que te garantiza que exista esa respuesta. No veo un México sin esa garantía, porque #TodasyTodosSomosINAI”, expresa.
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