Tras las inundaciones provocadas por la depresión tropical Hanna, los alcaldes de Monterrey y San Nicolás de los Garza reconocieron que es necesario que se construyan al menos 12 represas en sus territorios.
La ola de nuevos asentamientos, así como la falta de almacenes de agua y de un sistema pluvial en diversos sectores del área metropolitana fueron factores determinantes que provocaron el colapso del arroyo Topo Chico, que afectó principalmente a colonias regiomontanas y nicolaítas.
Tras un recorrido por el canal de estiaje del arroyo, Adrián de la Garza Santos, munícipe de Monterrey, y Zeferino Salgado Almaguer, alcalde de San Nicolás de los Garza, explicaron en entrevista para MILENIO Monterrey y Telediario las necesidades más urgentes para evitar futuros riesgos por inundaciones.
“Este arroyo atraviesa prácticamente la ciudad de lado a lado, son más de ocho kilómetros los que tiene su cauce a través de San Nicolás y desafortunadamente tiene áreas donde la parte hidráulica nos sobrepasa”, reconoció Salgado Almaguer.
Para evitar el desborde del arroyo se necesita la construcción de al menos 12 represas: 9 en territorio regiomontano y otras 3 en zona nicolaíta, lo que representa una inversión de casi 58 millones de pesos.
“Monterrey tiene varias situaciones, lo que afecta aquí en el arroyo Topo Chico es que el cerro del Topo Chico tiene varios afluentes que caen de forma muy rápida entre más asentamientos irregulares tienen arriba”, admitió Adrián de la Garza Santos.
Ambos alcaldes coinciden en la falta de un Plan Metropolitano con recursos federales que incluya un sistema preventivo y correctivo para evitar colapsos de obras, además de una fase para la recuperación de aguas y hacerles frente a las sequías.
“Estas son aguas arriba que bajan por colonias de Monterrey y viene y se conecta al arroyo en los límites con San Nicolás. Normalmente lo que tenemos aquí es una inundación del paso a desnivel, que desafortunadamente cuando el agua entra a San Nicolás, que comienza en la avenida (Manuel L.) Barragán, ya el arroyo viene lleno.
“Así que todo lo que cae en San Nicolás es prácticamente para provocar que se desborde”, dijo el alcalde Zeferino Salgado.
Ambos presidentes municipales coincidieron en que antes de la depresión tropical Hanna se hicieron labores de desazolve, pero no fue suficiente para evitar que una gran parte de sus territorios se vieran afectados por los encharcamientos e inundaciones.
Por ahora, los alcaldes aseguraron que continúan realizando censos para apoyar a los ciudadanos más afectados, sin embargo, los daños en el arroyo Topo Chico deben ser reparados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) con adecuaciones que liberen el agua de la ciudad.