Pretender llevarse el agua limpia del Valle del Mezquital y seguir enviando aguas residuales como pago es una injusticia ambiental y social para la zona, además de que forma parte de un proyecto condenado al fracaso y a generar más crisis hídrica, pues la CDMX debe gestionar y captar su propia agua, replanteándose un cambio de paradigmas.
Lo anterior lo afirmó René Romero Rivera, integrante del Colectivo de comunidades en defensa del medio ambiente en la región Tolteca, en respuesta a las declaraciones del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sobre abastecer a la capital del país con agua procedente del Valle del Mezquital.
El ambientalista dijo que desde que se planteó el proyecto del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), se contempló en el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) que se extraería agua de Hidalgo para abastecer a dicho complejo y a sus áreas inmediatas.
Aunque ahora, dijo, queda claro que ese abasto también se considera para toda la zona metropolitana del Valle de México, lo cual plantea la necesidad de revisar el proyecto a detalle por su inviabilidad.
Y expuso que el acuífero Cuautitlán-Pachuca está devastado, por lo que no es una opción exprimirlo más, y en este aspecto dijo que los gobiernos de la Ciudad de México, el estado de México e Hidalgo, deben replantearse su pretensión de instalar un amplio parque industrial en la zona.
Romero reconoció que el acuífero del Valle del Mezquital tiene buenos niveles, pero consideró una injusticia social y ambiental que se extraiga el agua limpia para conducirla hacia la Ciudad de México y su zona metropolitana, y que a la par se permita el envío de aguas residuales al Valle del Mezquital.
Dijo que se requiere un cambio de paradigmas en relación al modelo de desarrollo urbano, a fin de preservar los entornos ambientales, pero también el respeto a las zonas de regulación artificial, las cuales presentan invasiones y con ello se reduce la efectividad de las mismas.
El ambientalista consideró necesario que la CDMX capte su propia agua para recarga de mantos acuíferos y no opte por expulsar la residual, pues eso deja a la ciudad sin recarga de sus propios acuíferos y sólo traslada la problemática al Valle del Mezquital, a la que ahora pretende quitarle su agua potable.
No obstante, dijo que importantes intereses económicos están impulsando el proyecto “más rápido”, aunque indicó que es un modelo destinado al fracaso pues agravará sólo la crisis y hará a la CDMX dependiente de otras zonas, restándole autonomía.
Planteó que el gobierno de México tiene que tomar en consideración las propuestas de ambientalistas, las cuales buscan opciones viables para el ambiente, y en este aspecto confió en que el presidente de México revalué la problemática y la atienda con una solución integral y no con la opción más fácil, como lo hizo con el reciente anuncio.