El gobernador Américo Villarreal Anaya, llamó a la población a sumarse y articular esfuerzos para mantener una cultura del agua y poder así administrar eficazmente el capital hídrico que ahora se tiene tras el paso de “Alberto”.
“Debemos seguir manteniendo una cultura del agua y el cuidado de este vital líquido porque ya nos dimos cuenta lo que sufrimos cuando no lo tenemos, y este nuevo capital hídrico, queremos administrarlo correctamente y que nos dure mucho tiempo, esperando buenas épocas de precipitaciones”.
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En su mensaje de este lunes en la ceremonia de honores a la bandera en el Polyforum de Victoria, dijo que hace unos cuantos días, estábamos en una situación crítica tras una sequía de más de ocho años y era impresionante sobrevolar la región sur y ver el sistema lacustre totalmente seco.
Explicó que con los trabajos técnicos realizados, se estuvo abasteciendo al 70% de la población, mientras al 30% que vivía en zonas con mayor complejidad de suministro, se le llevaba el líquido con pipas e isotanques.
“Lo estábamos haciendo con canales que se estaban dragando en ese momento para que la poca agua que quedaba en el Tamesí y sistema lagunario escurriera y pudiera transitar hacia las bocatomas, situación que pensamos podríamos aguantar dos meses más si no teníamos las precipitaciones, entonces realmente estar en una crisis de cero agua”.
El mandatario estatal destacó el espíritu colaborativo y empático que hizo posible que tres distritos de riego de la región apoyaran al sur de Tamaulipas para que sus habitantes pudieran mitigar su sed.
“Hace un año, si nos hubieran dicho que nos íbamos a quedar sin agua, habríamos respondido que no era cierto, pero gracias a esa sociedad colaborativa y empática, logramos salir de la crisis, con la comprensión de otras regiones pudimos mantener el abasto a la zona conurbada”.
En ese sentido, se refirió a los productores agrícolas de los distritos de riego Pujal Coy de Ébano San Luis Potosí, 02 de El Mante y 092 Las Ánimas de Pánuco Veracruz, que se solidarizaron para dar soporte y completar el abasto de agua a la zona conurbada.
“Es lo que hace una sociedad colaborativa, empática, pero también debemos ser una sociedad resiliente y aprender a vivir condiciones que no habíamos enfrentado y tener la capacidad de cierto estoicismo para saber cómo salir adelante de los problemas, sabiendo que tenemos la capacidad de hacerlo”.
Villarreal Anaya apuntó que así como estamos enfrentando la ola de calor y acostumbrándonos a vivir sensaciones térmicas inéditas, que inclusive pueden costarle la vida a una persona, requerimos ser resilientes y adoptar una nueva cultura del agua.
“Tenemos que aprender a trabajar en esa condición, el tener una nueva cultura del agua, que a pesar de la suficiencia de este recurso, la usemos responsablemente, hay quienes dicen que debemos mantener los tandeos en Victoria”.
Desde su punto de vista, es mejor tener una sociedad colaborativa a una competitiva, porque en conjunto se pueden construir mejores condiciones para todos y salir adelante en los problemas que nos aquejan.
SJHN