El presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a Macuspana, Tabasco, denominado ahora por sus pobladores "la cuna de la democracia"; levantó el brazo derecho con la palma hacia el frente y los asistentes le aplaudieron y corearon consignas de agradecimiento, amor y compañerismo.
Posterior a ello, algunos de los asistentes no dejaron de corear frases acusatorias en contra del alcalde de Macuspana, Roberto Villalpando Arias y el gobernador del estado, Adán Augusto López Hernández, ambos de Morena.
Fueron tantos los gritos de “¡Fuera, fuera, fuera, fuera!” que el Presidente amenazó con marcharse y lo puso a votación, pero primero, al inicio de su intervención, preguntó:
-“¿A mí también me van a gritar?”-“¡No!”, fue la respuesta pronta y en coro surgió de varios cientos de asistentes otro coro “¡Presidente, presidente, presidente!”.
Después de su pregunta les habló fuerte: “vengo a decirles que analicemos las cosas y hacer la diferencia entre la politiquería y la grilla; la tarea que tenemos todos es la de transformar a México”.
López Obrador los invitó a trabajar juntos por México, “lo tenemos que hacer, entre todos, pero nada de grilla, no apoyar a candidatos que no quieren al pueblo, no dejarse manipular, ya pasó ese tiempo de la borregada, todos deben tener su propio criterio y no dejarse manipular por nadie”.
Frente a los que gritaban, en realidad de la Sección 14 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, les pidió no mezclar cuando vengan las elecciones, hay quienes solo piden eso para estar pensando en encaramarse en los puesto”.
Más o menos tranquilizado el auditorio, el Presidente les prometió que regresará a San Carlos a inaugurar pendientes: un acueducto para transportar agua y la rehabilitación de un hospital que será parte de IMSS-Bienestar.
También dijo que dio instrucciones al director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, para que revisen la tarifa de luz y paguen precios justos.
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“¿Me van a ayudar a sacar adelante a México?”, preguntó el tabasqueño y la respuesta fue positiva; después volvió a la carga “es sencillo de explicar: nos dejaron un toro echado, corrupto y mañoso, lo tenemos que empujar para que camine.
-¿Me van a ayudar?”, volvió a preguntar.
-“¡Sí!”, respondieron- “Eso es todo paisanos, voy a regresar a inaugurar el sistema de agua en San Carlos y el hospital”.
Y se despidió “vamos a gobernar escuchando los sentimientos del pueblo y orientando para transformar a México. Me dio gusto estar en mi tierra en mi agua, aquí en San Carlos”. Su pueblo lo acompañó con “¡No estás solo, no estás solo, no estás solo!”.
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