Andrés Manuel López Obrador salió por primera vez hasta la vialidad a saludar a un grupo de simpatizantes, lo que provocó un caos en la zona.
A las 13:30 horas y en medio de las decenas de personas que esperaban formadas para entregar una solicitud y que terminaron rodeándolo para dárselas personalmente, López Obrador salió caminando hasta la calle para encontrarse con un grupo de habitantes de Santo Domingo Yanhuitlán que le pidieron caminos pavimentados para conectar la sierra con la ciudad.
El grupo de oaxaqueños, que no dejó de bailar y cantar desde las 9:30 de la mañana, llegó a la Ciudad de México después de un viaje de seis horas desde Oaxaca, lanzaron porras para que el tabasqueño saliera de la casa hasta que lo lograron.
Entre empujones y sorprendiendo a los guardias de la casa y a su equipo, caminó ante los oaxaqueños para hablar con ellos, aunque la aglomeración complicó el encuentro.
Sin más resguardo que uno de sus choferes, César Yáñez, el próximo coordinador de Política y Gobierno, y Jesús Ramírez, próximo encargado de Comunicación Social, López Obrador saludó a los mixtecos, se colocó el ramo de flores en la cabeza y promedió ir a Yanhuitlán.
“Él quería bailar con nosotros pero con tanta gente no pudo, pero ya nos prometió que va a ir y allá vamos a bailar”, dijeron las mujeres de la Mixteca Alta.
El Presidente electo se retiró a su casa para comer con su familia y continuar el texto sobre seguridad pública que ayer comentó que comenzaría.