El ex candidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya, presento el segundo episodio de su serie con la que intenta demostrar que es inocente de recibir sobornos para la aprobación de la llamada Reforma Energética. En esta ocasión, comparó las investigaciones que realizó la Fiscalía General de la República contra aquellas que hizo el gobierno de Estados Unidos en el caso Odebrecht.
De nueva cuenta, el panista reiteró que las acusaciones en su contra se deben a un “pacto perverso” entre Emilio Lozoya, ex director de Pemex, y el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues el caso de la constructora brasileña también fue investigado por el Departamento de Justicia estadunidense, con diferentes resultados.
“Hay un problema enorme con esta falsa versión de Lozoya y de López Obrador y es que las conclusiones la Fiscalía son exactamente contrarias a las de las autoridades de Estados Unidos. O sea, el caso es el mismo pero esas conclusiones son contrarias”, dijo.
Sostuvo que las conclusiones a las que llegó el gobierno de Estados Unidos son muy lógicas, a la vez que acusó a la FGR de armar “un Frankenstein torciendo todo y acabaron en un cuento totalmente absurdo”. Resaltó que el juicio terminó más rápido en el país vecino, e incluso ya hay una sentencia condenatoria y una multa de 3.5 billones de dólares para Odebrecht.
Aunque ambas versiones afirman que los sobornos fueron por alrededor de 10 millones de dólares, la investigación de la Fiscalía sostuvo que estos recursos fueron para que “los adversarios de López Obrador votaran a favor de la reforma energética”, mientras que las autoridades estadunidenses afirmaron que fueron usados para obtener contratos de obra pública, con ganancias de 39 millones de dólares.
Señaló que el Departamento de Justicia de Estados Unidos tomó en cuenta todos los elementos, incluida la declaración del director de Odebrecht, que condenó a la empresa a pagar una multa de 3 mil 500 millones de dólares.
De acuerdo a la confesión del Director de Odebrecht, Luis Weyll, la constructora brasileña le entregó directamente a Emilio Lozoya sobornos por 10 millones de dólares, una parte para la campaña presidencial de 2012 (Enrique Peña Nieto) y el resto de manera personal, a cambio de contratos de obra pública en la ampliación de la refinería de Tula.
“Para la Fiscalía de López Obrador ese dato es irrelevante, o sea, ¿puedes creer que el mismo director de Odebrecht lo dice con todas sus letras? Existen los registros bancarios, o sea, por favor escucha su confesión”, dijo previo a compartir un extracto de la entrevista con el empresario, quien declaró que 4 millones fueron para los miembros del comité de campaña 6 millones a cambio del contrato de la refinería de Tula.
"Me quieren cargar el muertito"
Destacó que, tras las indagatorias de la Fiscalía, no se ha recuperado un solo peso y no hay un solo proceso concluido, “ah pero a mí me quieren cargar el muertito y meterme 30 años a la cárcel”, apuntó. En cambio dijo que del lado estadunidense se encontraron a “los verdaderos culpables” y se lograron recuperar el equivalente a 70 mil millones de pesos.
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“La Fiscalía de López Obrador no tienen interés en recuperar el dinero ni castigar a los verdaderos culpables, lo que quieren realidad es hacer una carambola de tres bandas (…) quiere reforzar su discurso en contra de la reforma energética, quiere aparentar que lucha contra la corrupción, cuando la realidad es que los verdaderos culpables están libres con el dinero en sus cuentas y quiere usar todo este circo para meter a la cárcel a sus adversarios políticos, como yo”, explicó.
Anaya acusó que el dinero de los sobornos realmente lo tiene Lozoya, y no los legisladores, y adelantó que en su episodio de mañana se dedicará a explicar dónde están los millones de dólares.