Que el estado a través de la Comisión Federal de Electricidad, sea el principal productor de energía en México, y que el sector privado compita con los mismos precios para tener piso parejo, son las premisas de la reforma eléctrica que fue avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, afirmó Cuauhtémoc Ochoa Fernández, diputado federal de Morena.
De acuerdo con el legislador hidalguense por el distrito de Tula de Allende, la aprobación de la Corte marca la pauta, porque las leyes secundarias sirven para operar más allá de si se aprueba o no la reforma eléctrica en San Lázaro.
“El beneficio se debe ver el año que entra, la CFE tendrá que poner en acción sus plantas y ver el costo real de la energía que seguramente es más barata y se podrá ver reflejado el año que entra”, señaló Ochoa.
El diputado morenista, quien encabezó los foros de discusión desde el año pasado en Hidalgo sobre la reforma, explicó por qué el tema es de índole económica y cuáles son sus implicaciones.
“En 2013, la CFE producía el 63% del total de la electricidad, en 2020 solo produjo el 39% y, de seguir esta tendencia, para el 2024 produciría el 29% y en el 2029 tan solo el 16% del total. Los privados estarían produciendo el 84% restante. Imagina lo que puede ocurrir si el Estado Mexicano continúa perdiendo participación de mercado y la rectoría del Sistema Eléctrico”, destacó.
Cuauhtémoc Ochoa adelantó que la propuesta del presidente López Obrador no representa monopolizar el sector eléctrico, sino que el 46% de la energía que se consume en México sea generada por el sector privado únicamente.
“Es un tema económico, lo que queremos es que la generación de la energía eléctrica sea más barata para que pueda verse reflejado en e bolsillo de los mexicanos porque seguramente el cobro será menor y cuando no hay competencia, cuando favoreces nada más a la parte privada y dejas de generar recursos a la Comisión Federal de Electricidad, que es algo que durante muchos años ha sido, como parte de un pilar del país, le ha dado la energía eléctrica a millones de mexicanos, llámese privados o púbicos y la reforma lo que busca es generar competencia y quienes compitan paguen los precios asociados a la generación, cosa que hoy no sucede”.
Recordó que la energía más barata es la renovable, en donde en la actualidad no hay un insumo como el combustible para su generación, que es a través de la luz solar o el viento, “pero son energías intermitentes, hoy esas energías tienen prioridad, porque no se paga el respaldo cuando no se están produciendo y eso genera un gasto que lo paga el gobierno el presupuesto para poder seguir entregando energía, la que en su momento no está producida por las renovables”.
“Lo que el presidente López Obrador busca es que se pague esa energía asociada a las renovables que hacen que entonces sí no sean del costo que ellos (las empresas), pusieron en las subastas ya que no están considerando los momentos que ellos no generan energía, y otro momento importante, que es la transmisión y distribución, en el sentido de que hoy no pagan un costo muy barato que no es el originalmente tiene la CFE para que llegue esa energía a viviendas y comercios”, aclaró.
Recalcó que lo que se quiere es piso parejo para todos y que no sea una obligatoriedad el despacho de las energías renovables porque no llevan este costo, sino hay que ver qué energías son las más baratas para que final se vea reflejado en el precio.
Indicó que los puntos medulares en que la oposición no está de acuerdo es quitarle el organismo autónomo al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), que de acuerdo a las leyes secundarias aprobadas en 2015, le dan garantía a los privados de que van a ser los que van a ser los primeros en despacharse (en transmisión y distribución de energía), “y entonces no hay piso parejo. Y también los famosos contratos legados o de auto abastecimiento que son alrededor de 147, que a la vez se convirtieron en 77 mil contratos porque empezaron a comprar acciones para tener energía barata y estos 147 cobrar la energía más cara”.