La Auditoría Superior de la Federación (ASF) señaló que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (Inifed) requieren perfeccionar los lineamientos operativos del Programa Nacional de Reconstrucción para las escuelas que fueron afectadas por los sismos de 2017 y 2018, ya que se presentaron inconsistencias en los mecanismos de entrega de subsidios.
En el informe también fueron señaladas deficiencias en la elaboración del análisis sobre el funcionamiento y operación del programa, que se debió realizar durante el primer año de ejecuciones.
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La auditoría de desempeño sostiene que la población objetivo del programa serían las comunidades educativas de 12 entidades federativas, con planteles públicos de todos los niveles que sufrieron algún daño en su infraestructura y que no hubieran sido atendidos con anterioridad.
Sin embargo, la ASF sostiene que las autoridades no precisaron la cantidad de planteles educativos que serían apoyados, ni de los municipios donde se otorgarían los apoyos.
Además, no se definieron los mecanismos para garantizar la canalización de los recursos a los beneficiarios y no hubo instrumentos suficientes que permitieran asegurar “la obtención de información y la evaluación de los beneficios económicos y sociales de su asignación”.
Los auditores señalaron que esta situación puede favorecer la ejecución de malas prácticas que deriven en una administración costosa y excesiva para la atención de los planteles educativos que resultaron afectados.
De acuerdo con la ASF, el Inifed presentó deficiencias en la elaboración de los registros de control y seguimiento, así como de la elaboración de los informes trimestrales, por lo que no fue posible supervisar la operación del programa.
Por último, la Auditoría recomendó tanto al Inifed como a la SEP que mejoren los lineamientos del programa, los mecanismos de elegibilidad para los beneficiarios y se integre un padrón confiable.
ROA