El tema del regreso a clases presenciales se está dividiendo y se ha polemizado, por ello, la Asociación Neolonesa de Padres de Familia propone un regreso a clases presenciales, con decisión propia de las familias, y cuidando el protocolo de salud para asegurar el bienestar físico y emocional de los niños y adolescentes.
Luz María Ortiz Quintos, presidenta-fundadora de la Asociación Neoleonesa de Padres de Familia y del Instituto Nacional de Consultoría Familiar, A.C, dijo que existen niños que están sufriendo en casa, y su salida a la escuela era su refugio.
“Pedimos un regreso a clases híbrido, con protocolo de salud y de manera opcional y voluntaria para todas las familias de Nuevo León”.
Para ello, apuntó, es necesario identificar las diferencias que existen en las familias que están viviendo “escuela en casa”.
Describió la situación que enfrentan las familias, que son mayoría, con hijos en escuelas públicas, que por las condiciones físicas de las instalaciones de las mismas es impensable que se dén clases presenciales, y son familias que están con escuela en casa, algunas de ellas sin servicio de internet, sin dispositivos electrónicos como celular, tableta, computadora, sin televisión o sin señal, familias de escasos recursos, con muchos integrantes que habitan en una misma casa, donde los niños viven con adultos mayores que tienen hábitos no saludables como son el consumo de drogas, y en algunos casos son más vulnerables a ser víctimas de maltrato, abuso infantil o abuso sexual.
Consideró que aquellos que decidan permanecer en casa, que así sigan: “Tenemos que pensar el doble esfuerzo y trabajo de todos los maestros, ya que tendrán alumnos en el salón de clases y al mismo tiempo alumnos a través de las plataformas virtuales”.
Agregó que para ellos se solicita una remuneración justa y a tiempo.
“Proporcionales las pruebas de covid, así como cubrebocas y gel personal. No es lógico que los salones de fiestas infantiles sí están permitidos, pero las escuelas no”, subrayó Ortiz Quintos.
Describió que también existen aquellas familias con todas las comodidades, herramientas tecnológicas, espacios dentro de sus hogares para que sus hijos permanezcan en casa, ya que son mansiones con alberca, gimnasio, personal de servicio que atiende la limpieza del hogar y prepara los alimentos de desayuno, comida y cena.
Hay otras familias que viven de manera confortable y relajada, pero no con tantas comodidades, ya que ambos padres trabajan fuera de casa, y el personal de servicio no asiste todos los días; familias con hijos, niños y jóvenes de educación básica, donde podemos encontrar menores de edad desde los 3 a los 15 años, que por seguridad no deben quedarse solos en casa sin la supervisión de una persona adulta, ya que en esta situación de pandemia no es prudente llevar a los niños con sus abuelos por el tema de salud.
Señaló que también hay otro grupo de familias que viven en la misma situación del ejemplo anterior, pero que están pagando la colegiatura de sus hijos sin hacer uso de las instalaciones, sin ningún tipo de ajuste o descuento en las mensualidades.
“Reconocemos el esfuerzo de los maestros, es admirable, pero no es el servicio que se contrató para la educación de los menores”, enfatizó.