La farmacéutica AstraZeneca se encuentra por liberar a finales de julio los resultados clínicos de dos potenciales tratamientos contra el covid-19, uno de ellos evitaría que las personas infectadas y en estado crítico requieran ventilación mecánica, mientras que el otro reduciría el colapso de corazón y riñones entre pacientes contaminados y que cursan con alguna enfermedad crónica, explicó Alberto Hegewisch, director médico de AstraZeneca en México.
En entrevista con MILENIO, comentó sobre su participación con el Instituto Jenner y el Grupo de Vacunas de la Universidad de Oxford, en el desarrollo de la potencial vacuna contra el covid-19 provocada por el SARS-CoV-2.
"El estudio arrancó con mil voluntarios sanos y se está en un proceso de evaluación de cómo previene la infección del covid-19. Los primeros resultados ya se obtuvieron y dieron paso a un segundo estudio, sobre la potencial protección. Nosotros participaremos en la producción y manufactura. La vacuna de AstraZeneca podría estar disponible en cualquier momento a partir de septiembre si todo sale bien en los ensayos clínicos", dijo.
La potencial vacuna conocida como ChAdOx1 nCoV-19 saldrá este año, si es que se muestra su efectividad y eficacia, pues detalló que está hecha de un virus genéticamente modificado que causa el resfriado común en los chimpancés, por lo que se espera que ya se tenga en septiembre.
Sobre los tratamientos, Hegewisch explicó que uno de los estudios clínico se efectúa con el inhibidor acalabrutinib que, actualmente, se suministra a un centenar de pacientes hospitalizados graves por coronavirus en Estados Unidos, España, Francia, Italia e Inglaterra para reducir la inflamación generada en los tejidos pulmonares así como las múltiples complicaciones que derivarían en una intubación, uso de ventilación mecánica.
"Estamos evaluando cómo se reduce la respuesta inflamatoria, la severidad de la progresión de la enfermedad y evita la intubación. El estudio clínico concluirá a finales de julio y si los resultados son positivos, pasaríamos a una segunda fase donde México está considerado para incluir a pacientes graves, previa autorización del comité médico, ético y de bioética", destacó.
La molécula acalabrutinib, aprobada en México para el tratamiento de adultos con linfoma de células del manto -cáncer en la sangre avanzado sin respuesta a tratamiento previo-, es un inhibidor de tirosina quinasa que "bloquea, apaga y disminuye los mediadores inflamatorios" y al hacerlo reduce las complicaciones, las estancias hospitalarias y el uso de ventilación mecánica.
Aseveró que pacientes con covid-19 en estadíos graves se ven afectados los bronquios, el virus llega a los pulmones, causa neumonía fulminante y con acalabrutinib se pretende bloquear, apagar y disminuir todas las señales y todos los mecanismos que se envían a los bronquiolos y a los alvéolos para generar una inflamación masiva.
"La idea es regular los mecanismos que propician esas inflamaciones y aunque hay varias vías se bloqueará las más importantes para que el sistema autoinmune pueda combatir la infección, tenga síntomas leves, no se ocasionen daño severo. Potencialmente mejoraría la oxigenación de la sangre (la gente satura de 95 a 100, menos de eso comienza a tener problemas respiratorios) y no caer en situaciones de severidad en la que requieran intubación. Nosotros lo que buscamos es que los pacientes no requieran intubarse", planteó.
Indicó que el otro estudio clínico se lleva a cabo con los institutos de Salud en Estados Unidos con el fármaco dapagliflozina, aprobado para el tratamiento de pacientes con diabetes tipo 2 y recientemente la FDA le otorgó el permiso para usarse para la insuficiencia cardiaca.
"En estudios clínico se demostró que reduce las complicaciones cardiacas y renales entre las poblaciones infectadas con covid-19 y que tienen factores de riesgo, como diabetes, antecedentes de infarto, hipertensos. Se ha visto que los pacientes infectados tienen un mayor riesgo de tener esas complicaciones al estar hospitalizados. Empezamos un estudio con 900 pacientes, de Estados Unidos, a los que se les está suministrando dapagliflozina buscando si después de 30 días reducen o tuvieron menos complicaciones.
"Por el momento México no está participando, se aprobó de manera inmediata para determinar el resultado a 30 días y los resultados los tendremos a finales de agosto", aclaró.
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