La reapertura de las fronteras terrestres entre Estados Unidos y México dejó una gran decepción entre el turismo que se encontró precios mucho más altos de lo esperado y una sensación de que ocurrió demasiado tarde entre los sectores afectados. Todo, a consecuencia del incremento en los precios de las gasolinas.
Antes de marzo de 2020 cuando se cerró la frontera, en Nogales, Arizona, la gasolina no llegaba a los dos dólares por galón. Pasaron 19 meses de cierre, falta de ingresos por el turismo y un incremento constante en los combustibles, lo que desincentiva la reactivación. De este a oeste en Estados Unidos la gasolina sufre el incremento. Mientras en Texas se encuentra ligeramente por debajo de los tres dólares, en California la gasolina llega a los 5 dólares, por galón (3.7 litros), cerca de 27 pesos por litro.
“Mira todo el tiempo que tomaron para abrir la garita y el daño que le hicieron a la frontera, tenerla cerrada tanto tiempo, que no había necesidad y ahora nosotros tenemos que ver cómo salir adelante con eso. Si sigue subiendo la gasolina, que dicen que va a seguir subiendo, posiblemente que esté en 4 dólares a principios del próximo año, si es el caso, va a causar muchos daños”, advierte el alcalde de Nogales, Arturo Garino.
Él, como muchos alcaldes en los 44 condados norteamericanos que hacen frontera con México, prácticamente rogaron al gobierno de Joe Biden por la reapertura, pero pasaron más de 570 días para que pudieran volver a las garitas abiertas y hoy, parece que las consecuencias económicas serán irremediables.
Se alistaron operativos en distintos puntos de la frontera ante la expectativa de largas filas, sin embargo, con sus excepciones, eso no sucedió en la mayoría de las garitas.
La imagen de familias reencontrándose sí fue una estampa de alivio que se seguirá viendo conforme se acerquen las fiestas, desde Acción de Gracias hasta Navidad.
En materia económica, el balance no podrá hacerse sino hasta principios del año próximo cuando se logren cuantificar los ingresos y compararlos con el fin de año de 2019, antes del inicio de la pandemia.
“De notar algo, no se ha notado nada. No se va a notar nada en qué tantas personas están cruzando o qué tanta diferencia se ha visto de dinero y de movimiento en esa población flotante en comparación con tiempos que no eran de covid, eso no lo vamos a notar hasta como dentro de un mes o mes y medio”, añade el alcalde Garino, quien advierte del temor de que haya algunos grupos en Washington que presionen otro cierre, bajo el argumento del repunte del covid que ya se percibe en Europa y que podría replicarse en América.
Sin embargo, más allá de la pandemia, en Arizona, la gasolina ha tenido un aumento promedio de 15 centavos por quincena, lo que enciende las alarmas de lo que será finales de un 2021 ya de por sí caótico.
Esto se debe, entre otras razones, a los miles de contenedores de mercancía que se encuentran varados en los puertos marítimos y que ha causado una crisis mundial. Las razones son la demanda de mercancía por la navidad, la pandemia y el incremento en los precios de la gasolina que alientan los procesos logísticos a través de las vías terrestres.
Esta situación se agravará conforme aumenten los precios de los combustibles, dejando un incremento en cascada en productos y servicios. Esta situación pasa por China, Europa y Estados Unidos, es decir, las potencias económicas, y en peor medida los países en desarrollo.
Incluso, las grandes cadenas han notado la escasez de sus productos en la víspera de Acción de Gracias y Navidad. Por ejemplo, en las tiendas norteamericanas, algunos empelados reconocieron que les falta mercancía y por tanto hacia el tan esperado viernes negro no habrá las grandes ofertas y tampoco los estrenos tan anhelados por los compradores.
“Suerte que se abrió la garita porque de perdida vamos a tener un flujo mayor de personas en la ciudad, una población flotante que estará en la ciudad y que va a abrir más oportunidades para los impuestos, pero no quiere decir que va a estar mejor, porque yo de mi bolsa voy a tener que pagar más por la gasolina y estoy pagando más por los productos diarios, por la carne, sale la misma, se mueve por un lado, pero pagas por otro”, advierte.
FS