En dos años y medio, el Instituto Nacional Electoral (INE) recibió cerca de 50 mil solicitudes para la identificación de cadáveres y más de 25 mil peticiones para coadyuvar en la localización de personas desaparecidas.
De acuerdo con el consejero presidente, Lorenzo Córdova, la información contenida en el padrón electoral ha permitido la identificación de 12 mil 540 cadáveres y 17 mil 964 personas desaparecidas.
Sin embargo, de acuerdo con un reporte del Registro Federal de Electores, la colaboración que se ha realizado ha sido limitada.
En entrevista con MILENIO, Karla Quintana, titular de la CNB reconoció que en México se vive una situación extraordinaria ante la magnitud del problema que se vive en el país donde existen “kilos de restos óseos” pendientes de ser identificados.
“Por primera vez en México se reconoce que hay una crisis en la desaparición de personas y también se reconoce que hay una emergencia forense. Tenemos kilos de restos óseos y lamentablemente así los contamos, porque no sabemos cuántos cuerpos son”, lamentó.
Ante este reconocimiento, agregó, fue necesario realizar un diagnóstico nacional para conocer la situación que prevalece en los más de 250 anfiteatros del país, donde se detectó que en un día había cerca de 3 mil cuerpos por encima de la capacidad que tenían.
También se identificó que existen 37 mil cuerpos de los cuales no se tiene información precisa sobre si se le realizó una necropsia antes de terminar en una fosa común, aunque reconoció que este procedimiento no implica que se haya tomado una muestra genética o que se tenga información para su identificación.
Por lo que al momento de realizar el diagnostico en 2019 se vio que existe un porcentaje de identificación de entre 17 y 20 por ciento en promedio en todo el país; sin embargo, precisó que esta cifra no puede ser trasladada al pasado.
“La siguiente pregunta lógica es si estos cadáveres ya fueron entregados a sus familias y la respuesta es no, así que tenemos que saber qué es lo que ha pasado, porque las familias no han recibido el cuerpo y hay varias hipótesis que van desde falencias de la autoridad y hasta por la desconfianza fundada de las familias que han caminado solas”, dijo.
En este sentido, la comisionada nacional de Búsqueda señaló que se pretende tener información clara o por lo menos una aproximación real del número de cuerpos que existen en México y que no han sido identificados.
Para ello, dijo, la colaboración con el INE, el Registro Nacional de Población y próximamente con el Inegi puede ayudar a cruzar toda la información disponible que permita construir una base de datos sólida para saber realmente a quién se busca.
Otro de las grandes carencias que se identificó en este diagnóstico fue la falta de peritos en un país donde hay miles de fosas clandestinas.