Con 15 años en la corporación, Berenice Abigaíl Rubio Cuevas se ha desempeñado en el área operativa, y ahora en capacitación, de Protección Civil Nuevo León, donde igual ha apoyado a traer al mundo a bebés que no llegaron a tiempo al hospital o estar entre el fuego sofocando incendios.
A sus 34 años, la estudiante del segundo tetramestre de la carrera de Ingeniería en Seguridad Industrial mezcla los riesgos con el de ser mamá de dos pequeñas con ayuda de su familia.
Berenice Abigaíl es mamá de Sara, de cinco años, que cursa apenas en el kínder, y de Abril, de 10, quien estudia en el quinto grado de primaria.
Sin embargo, con el trabajo en Protección Civil se apoya de sus otras “supermamás”, como llama a su madre y su suegra.
“En este tiempo aproveché para ponerme a estudiar, porque yo soy paramédica en el área operativa, estoy estudiando Ingeniería en Seguridad Industrial en el Instituto Universitario de los Trabajadores, de la CROC, que está allá por (la avenida) Félix U. Gómez. Voy en el segundo tetra y son siete, me faltan cinco.
“Es difícil, pero siempre lo llevo de la mano de mi suegra y mi mamá, con el apoyo de ellas, son las supermamás; pero anteriormente mi horario era de 24 horas, y si salía algo fuerte, algún desastre mayor o incendio forestal, me tenía que quedar”, recuerda.
La paramédica de la dependencia estatal relata que sus hijas no sienten miedo por su trabajo, sino al contrario, se sienten orgullosas, por lo que las impulsa a que ellas sigan su ejemplo de esfuerzo y estudio.
“¡Bien orgullosas, sí!, cuando hay eventos y que las puedo traer para que ellas vean también lo que hago; no les da miedo, y ahorita estoy estudiando una carrera profesional, pero me gustaría que ellas también estudiaran lo que les guste ”, comenta.
Refiere que ahora ve las cosas de distinta manera.
“A una le gusta la adrenalina, y cuando tienes hijos ya te detienes un poquito; yo veo a los niños cuando les pasa algo, y siendo soltera no sentía feo, pero ya teniendo hijos, lo vas relacionando, es muy distinto”.