La ciudad de Berkeley está considerando una propuesta para detener la mayoría de las ventas de vehículos de gasolina, diesel y gas natural para 2027. El ayuntamiento la revisará el próximo martes 19 de enero, asumiendo que el administrador de la ciudad determine que es legalmente posible.
La propuesta es una recomendación del Comité de Políticas de Facilidades, Infraestructura, Transporte, Ambiente y Sustentabilidad y hace un llamado a ir disminuyendo la venta de vehículos de pasajeros (sin incluir camiones), que funcionan a base de los combustibles antes mencionados, con el objetivo de que al menos 80% de los vehículos vendidos en Berkeley sean eléctricos para 2027.
Esto incluiría el cambio de toda la flota oficial de la ciudad, que según cálculos costaría alrededor de $1 millón de dólares más de lo que se invierte actualmente en vehículos de gas, además de $145 mil dólares al año durante 10 años para levantar la infraestructura necesaria, como estaciones de carga. El alcalde Jesse Arregún se ha mostrado a favor de los cambios, sin embargo, dice sentirse escéptico sobre lograrlo para la fecha límite.
Entre las preocupaciones que han surgido sobre la propuesta están que no todos los residentes podrán comprar vehículos eléctricos o híbridos, que normalmente son mucho más costosos que los de gasolina, y que se necesitaría crear incentivos de impuestos locales para hacerlos más atractivos. Algunos han sugerido que para fomentar la tendencia hacia el cambio sería necesario crear subsidios para rentar vehículos eléctricos a largo plazo y la expansión de estacionamientos seguros para bicicletas eléctricas y estaciones de carga eléctrica públicas.
El gobernador de California, Gavin Newsom, decretó en Septiembre de 2020 un veto estatal de la venta de vehículos de gas para 2035, mientras que la ciudad de Berkeley ya tiene impuesta la meta de funcionar libre de combustibles fósiles para 2030.