La senadora de Morena, Blanca Estela Piña, así como funcionarios y representantes del magisterio coincidieron en que es momento de fortalecer a las escuelas normales y revalorar la función de los maestros después de la campaña que, afirmaron, pretendió dañar su imagen.
Durante el foro Normalismo y la Nueva Escuela Educativa, la legisladora indicó que este tipo de escuelas han visto disminuidas sus matrículas, ya que "en el pasado ciclo escolar había en México 87 mil 740 estudiantes adscritos a alguna licenciatura de educación normal, seis mil menos que en el ciclo anterior".
Dijo que es necesario comenzar una discusión amplia sobre las escuelas normales con el objetiuvo de fortalecerlas, pues son un pilar invaluable de la educación pública del país.
Comentó que en las leyes secundarias de la reciente reforma educativa son perfectibles y presentará diversas iniciativas para mejorarlas.
Recordó que la educación normal sufrió embestidas por parte del poder político, "en las últimas décadas existió la intensión de medir la productividad del magisterio con los mismos criterios cuantitativos con los que se hace en las fábricas como si el formar personas fuera lo mismo que producir vasos, sillas o autos".
Insistió que es indudable fortalecer al normalismo para que los maestros cuenten con todo lo necesario para su formación, "pero, sobre todo, es urgente revalorar la función magisterial que ha sufrido una campaña constante que daña su imagen".
Mario Chávez Campos, director general de Educación Superior para Profesionales de la Educación, reconoció el aumento de recursos para las escuelas normales en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020.
El ex rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Hugo Aboites Aguilar, aseguró que los maestros de las escuelas normales deben implementar las nuevas formas de enseñanza e iniciar los cambios necesarios para recuperar la identidad de los mexicanos.
Sobre el magisterio de las escuelas rurales, destacó que se observan indicios de autonomía, y que los académicos y estudiantes deben participar de forma activa en la construcción de los programas de estudio y la creación de los libros de texto, por lo que aseveró que darles voz a los niños y los maestros rompe con la burocracia.
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