Carlos Manuel Urzúa Macías “se vio orillado” a renunciar al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a tan sólo siete meses de iniciada la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.
Con un escrito anunció su salida el 9 de julio del 2019, dando a su vez un vistazo de las causantes detrás de su sorpresiva decisión como “la imposición de funcionarios” o la “toma de decisiones sin suficiente sustento” en materia económica. “Él no está conforme con las decisiones que tomamos”, abundó por su parte López Obrador.
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Un fuerte golpe alertó al personal que laboraba en un domicilio de la alcaldía Magdalena Contreras. Pero cuando una de las mujeres revisó qué había ocurrido, se encontró con “su patrón”, Carlos Urzúa, tendido en las escaleras con sangre en la cabeza.
El parte médica de la FGJ CdMx indicó que el ex Secretario de 68 años perdió la vida dentro de su hogar por causas naturales en la tarde-noche del 19 de febrero. Un infarto fulminante le quitó la vida al economista quien se alistaba para arrancar las campañas presidenciales en el equipo de la candidata Xóchitl Gálvez.
“Tuvo la enorme valentía de ser fiel a sus convicciones para romper con el Presidente de la República y convertirse en uno de sus críticos más punzantes y elocuentes”, reconoció la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México.
La tripleta de fricciones
La renuncia de Urzúa Macías guió gran parte de las preguntas en la mañanera siguiente al anuncio. “Respeto mucho a Carlos, pero tuvimos diferencias”, refrendó el Jefe del Ejecutivo y añadió que algunas de las fricciones tuvieron que ver con la aprobación del “Plan de Desarrollo”— con el cual el ex secretario difirió.
“Hubo dos versiones y la que quedó es la que yo autoricé. (...) Me presentan un plan de desarrollo, lo veo y desde mi punto de vista no reflejaba el cambio. Era como si lo hubiese hecho Carstens o Meade”, explicó el mandatario.
Pero seguía la incertidumbre por los nombres de aquellas y aquellos funcionarios a los que Urzúa señaló por imponerse en la Secretaría con el respaldo de “personas influyentes (...) con un patente conflicto de interés”. Y aunque Andrés Manuel aceptó que hubo roces en el gabinete, reiteró que “no es para rasgarse las vestiduras”.
En la tripleta de personajes que chocaban ideológicamente con Urzúa se encontraba un antiguo Jefe de la Oficina de Presidencia y quien mantuvo “notorias diferencias” con el ex secretario: “Eso era algo evidente”, subrayó el mandatario aunando a ese listado a Margarita Ríos Farjat, ex titular del SAT, y al ex director del IMSS, Germán Martínez.
A Margarita Ríos Farjat también la alcanzó el fervor por la renuncia de Urzúa, aunque en menor medida al del ex consejero y mucho más errada a “contribuir a las elucubraciones”.
La hoy ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se abría paso entre la prensa que la esperaba a su salida del 80 Congreso Nacional de Agentes Aduanales. Pero cuando la pregunta expresa por la dimisión salió a la luz, la ex titular del SAT se limitó a responder que las diferencias con él fueron por “el estilo”.
No así con Germán Martínez, quien renunció a la titularidad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dos meses antes que Carlos Urzúa lo hiciera a la SHCP. Al igual que este último, Martínez lo dio a conocer en un escrito cuyas palabras salpicaron a “algunos funcionarios” de la aún secretaría de Urzúa.
“En el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal”, se leía en el escrito en referencia a las designaciones de altos mandos. “Se pretende reformar el Reglamento para colocar funcionarios administrativos en los Estados desde la Secretaría de Hacienda, y así anular a los Delegados que este Consejo Técnico aprobó”, denunció.
Las declaraciones de Martínez incluso movieron a la oposición en el Congreso de la República para llamar a comparecer a Urzúa, a fin de explicar los presuntos recortes presupuestales referidos por Germán Martínez. Siendo esta la segunda ocasión que las y los legisladores lo citaron a rendir cuentas al Poder Legislativo.
Ello mientras que otras voces del Palacio Legislativo de San Lázaro exhortaron al ya ex titular del IMSS a reconsiderar su decisión: “Hay que tratar de mantenerlo dentro del gabinete, por el bien de la salud de este país”, declaró la diputada Miroslava Sánchez.
De aliado a crítico
Tras salir de la SHCP, Carlos Urzúa se convirtió en un acérrimo crítico de la administración: los libros del presidente, el combate a la pobreza o la estrategia económica fueron algunos de los temas que abordó en sus redes sociales y columnas de opinión.
Sin embargo no fue hastasu incorporación al equipo de Xóchitl Gálvez, en octubre del 2023, que su nombre volvió a cobrar relevancia en el círculo político: “Tu trayectoria y experiencia son fundamentales en esta época de definiciones”, escribió la hidalguense en la red social X.
ASG