Buscan haitianos hacer de Monterrey su hogar

Historia

Al percatarse de lo complicado que resulta internarse en Estados Unidos, un grupo de migrantes ha optado por radicar en Nuevo León; algunos de ellos ya iniciaron trámites ante las autoridades para dicho efecto

Destin Aunbert, de 34 años, y su familia tienen cinco días en la ciudad. LEONEL ROCHA
Eduardo Mendieta
Monterrey /

Haitianos procedentes de Brasil y Chile buscan vivir su sueño americano en Monterrey, luego de lo difícil que ven cruzar la frontera con Estados Unidos.

La concentración haitiana, la primera que experimenta Nuevo León, prefirió detener su camino y algunos optarán por quedarse a vivir y estudiar aquí.

Cientos de ellos acudieron a la delegación del Instituto Nacional de Migración en Nuevo León, ubicada en la avenida Lázaro Cárdenas, donde están regularizando su situación legal y estancia en el país.

Tal es el caso de Destin Aunbert, de 34 años, originario de Puerto Príncipe, Haití, pero que es refugiado desde hace seis años en Curitiba, Brasil, quien arribó con sus tres hijos hace cinco días con la intención de quedarse en Monterrey.

“Sí, venimos para regularizarnos aquí; nos queremos quedar, porque yo tengo esa idea desde hace seis años que tenemos mucho tiempo con mi familia afuera y quiero quedarme aquí para que ella, mi hija, pueda estudiar. Vengo con mi esposa e hijos desde Brasil, donde estábamos desde hace seis años. Quería ir a Estados Unidos, pero ya vi que es difícil, prefiero quedarme aquí”.

Destin lleva viviendo en un hotel cercano a la Central de Autobuses junto a sus hijos David, de apenas nueve meses, y Leyla, de cinco años; su esposa y otro hijo de su esposa.

“De Brasil a Monterrey hicimos casi cuatro meses (de travesía), mucho tiempo, muchas dificultades, andamos en la selva, duramos ocho días andando, caminando en la selva para entrar en Panamá y para entrar a Colombia; mucho peligro, muchas muertes, gracias a Dios venimos con vida. Fue un momento difícil”, señaló.
Amos Pierre-Paul (camisa de rayas) llegó de Chile. E. MENDIETA

Amos Pierre-Paul, de 31 años, viaja con su esposa y su hija Analisa, pero dejó otras dos hijas en Chile, y relata que busca quedarse a trabajar y hacer una vida en Monterrey, si la autoridad migratoria lo autoriza.

“Ahorita, como no nos dejan pasar nada en la frontera, entonces estamos haciendo una pausa a ver cómo podemos quedarnos aquí para luchar en la vida”, comentó el joven.
Ovene Andain tramita un permiso en Migración. E. MENDIETA

El haitiano Ovene Andain, de 34 años, otro refugiado en Chile desde hace cuatro años, señaló que busca un permiso de Migración para establecerse y trabajar en Monterrey.

“Personalmente tengo familia y quiero un permiso para trabajar; tengo a mi hijo y a mi esposa, y también otros dos hijos en Haití.
“Quiero trabajar para vivir porque aquí es más fácil, yo vengo de Haití, pero vivo en Chile. Tengo residencia de extranjero, pero no puedo visitarlos; me vine y me tardé un mes y medio en llegar aquí.
“En Haití las cosas están muy difíciles, y en Chile las cosas también están difíciles, queremos una mejor vida”, comentó.

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