A las 11 de la mañana el salón del Expo Tampico destinado para que el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca rindiera su sexto informe de gobierno estaba casi lleno, es decir, casi hora y media antes de comenzar con su mensaje desde la zona sur.
Hasta el frente destacaban figuras políticas, empresarios y secretarios de estado, luego funcionarios municipales, burócratas, elementos de la Policía Estatal y, en la parte de atrás, líderes de colonias y ciudadanos en general.
Todo el Expo Tampico estuvo vigilado por rondines en patrulla de la Policía Estatal, con la participación del Repuve, vigilancia con canes y elementos a pie en el estacionamiento, todo para mantener la tranquilidad de un evento realizado en medio de la veda electoral.
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Eran las 11:42 y desde el sonido ambiente se les exhortó a los presentes, que estaban en su mayoría de pie, que se sentaran y despejaran pasillos. Siete minutos después vuelven a insistir los organizadores ante la cercanía del inicio del evento.
En una de las puertas, con traje azul apareció el diputado Luis René Cantú Galván, también presidente del CDE del PAN en el estado, quien se dirigía a recorrer el salón para llegar a su lugar en primera fila; sin embargo, tardó algunos minutos porque cada vez que avanzaba era interceptado por funcionarios estatales para pedirle fotos, por lo menos una docena de selfies sí regaló.
Fernando Olivera Rocha, secretario de Turismo del estado, nunca se sentó previo al inicio del informe, iba de un lado para otro, acompañaba a los empresarios que llegaban hasta sus lugares, tampoco dejaba de ver su celular.
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Eran ya las 12:30 y los asistentes se dieron cuenta que llegó el gobernador porque se escucharon aplausos, gritos, fue un caluroso recibimiento. Entre liderazgos ciudadanos, vecinos y locatarios, una persona de la tercera edad aprovechó la multitud, evadió a algunos escoltas y se puso a menos de dos metros de García Cabeza de Vaca.
Usaba una camisa a rayas azules y rojas, una gorra negra, con una mano cargaba una bolsa de mandado y, con la otra, unos documentos. Le gritó y pidió apoyo al gobernador, mientras levantaba los papeles. El mandatario lo observó y ordenó a su personal que lo atendiera, mientras se seguía tomando selfies.
El reloj marcaba las 12:21 y el protocolo del informe inició con la ceremonia de los himnos nacionales: el gobernador se mantuvo parado en medio del general brigadier Fernando Lima Cuauhxochitl, de la Sedena; y el Capitán de Navío, Roberto Cano Lima, de la Semar, dos dependencias que le han ayudado a enfrentar a “los violentos”, como lo refirió minutos más tarde en su exposición.
Una mención especial dentro de los asistentes al Sexto Informe de Gobierno fue para Nelson Balido, Presidente del Consejo de Comercio y Seguridad Fronteriza de Estados Unidos de América, al igual que el presidente nacional de CMIC, Francisco Solares Alemán.
García Cabeza de Vaca al inicio de su intervención agradeciendo a dos liderazgos de la zona sur del estado: al presidente de Tampico, Chucho Nader y a Adrián Oseguera Kernion, alcalde de Ciudad Madero, con quienes se ha “podido trabajar de manera coordinada en pro del desarrollo del estado”. Por cierto, Armando Martínez Manríquez, alcalde de Altamira, no fue y mandó en su representación a Claudia Fernández, directora de Desarrollo Económico.
No solamente diputados locales y federales del PAN como Félix García Aguiar “El Moyo”, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, acompañaron al mandatario, también fue el diputado maderense de Morena, Jesús Suárez Mata, quien recientemente se peleó con su coordinador de bancada Armando Zertuche.
Con un cubrebocas amarillo, en primera fila estaba David Armando Valenzuela, líder del PRD en Tamaulipas; Mayra Ojeda, secretaria general del PRI en la entidad, pero en su presentación, se equivocaron y le dijeron perredista. Los alcaldes de Aldama, Mante, González, el Senador Ismael García Cabeza de Vaca y demás empresarios, destacaron como invitados especiales.
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En un momento de su discurso, el gobernador recordó que durante su periodo como gobernante logró enfrentar una serie de adversidades como la resistencia al cambio, sufrir la pandemia más grande de la historia moderna y “hasta vivir las consecuencias de la calumnia, lo que fortalecieron mi convicción en los últimos seis años”.
“Elegí este camino no por fácil, sino por bueno, así que no cambiaría por nada este cargo como gobernador de Tamaulipas”, enfatizó el gobernador panista, y los asistentes le respondieron con aplausos, pero algunos otros, ya no aguantaron casi dos horas y media de informe así que se comenzaron a ir, mientras a otros los venció el sueño.