Morenistas y panistas sacan "chispas" en San Lázaro

Los panistas estaban resentidos, pues les habían negado la presidencia de la Cámara de Diputado, donde fue reelecto Porfirio Muñoz Ledo, quien sería defendido por el senador Ricardo Monreal Ávila.

Apertura del primer período ordinario de Sesiones del Segundo Año de Ejercicio de la LXIV Legislatura del H. Congreso de la Unión. /cuartoscuro
Ciudad de México /

Todavía quedaba el rescoldo de la aplanadora morenista en San Lázaro, con la reelección de Porfirio Muñoz Ledo, de modo que la bancada panista tuvo oportunidad de seguir el tiroteo y ahora repetía la palabra “espurio”, mientras los legisladores de Morena soltaban el apodo que López Obrador había endilgado a Felipe Calderón: “¡Booorolas, Boorolas!

Fue el principio de una sesión de Congreso General en San Lázaro, donde recibieron el Primer Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien fue defendido por Ricardo Monreal Ávila, líder de la bancada de Morena en el Senado, y además elogió a Muñoz Ledo y arremetió contra gobiernos anteriores.

Los panistas habían decidido apoderarse de la tribuna mientras sostenían una manta que primero colocaron en la parte de abajo y después subieron: “Democracia Sí, Autoritarismo No”. 

El aludido, Porfirio Muñoz Ledo, quien había sido reelecto presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, se mantenía ecuánime.

El intercambio de epítetos continuaba. De "Borolas", los morenistas repetían: “¡es un honor, es un honor!”.

Luego, vino un largo silencio.

Muñoz Ledo se desplazó al Salón de Protocolo para recibir el Informe de manos de la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien fue recibida en la explanada de San Lázaro por una comisión de legisladores, entre ellos la panista Xócihitl Gálvez Ruiz, quien blandía una pancarta: "Democracia Sí, Autoritarismo No".

Después se retomó la sesión y volvió la protesta de los panistas, quienes no dejaban de corear su descontento. De la tribuna bajaron la pancarta principal, aunque un grupo permanecía en la zona, sin dejar el letrero: ”Democracia Sí, Autoritarismo No”.

Eran las 17:31 cuando Muñoz Ledo volvió a la tribuna y pidió silencio, pero los panistas repitieron: “eeeeespurio, eeeespurio”. Era una ola que se le venía encima; pero él, estoico. El hombre se comportaba como autoridad imparcial; y por un momento dejó escapar una broma, pero eso sería después, cuando otorgó más tiempo a su colega Ricardo Monreal.

El diputado petista Gerardo Fernández Noroña pidió la palabra y lanzó una crítica al "compañero" Andrés Manuel López Obrador, por hacer una reunión en Palacio Nacional antes de entregar el informe.

La primera diputada que subió a la tribuna fue Flora Tania Cruz, de Morena, quien pidió un minuto de silencio por las víctimas de Coatzacoalcos, pero luego de la pausa se escuchó un grito de la bancada de Morena: “¡Borolas!”. Y los panistas respondieron: “nooo más muertes”.

Y siguieron otros legisladores.

De su bancada surgieron aplausos cuando le tocó hablar a la priista Beatriz Paredes Rangel, quien salió de los empleados públicos despedidos; enseguida planteó el desafío de crear empleos y se refirió a "la desolación" de enfermos que no reciben tratamiento en hospitales del gobierno; y qué hacer, dijo, ante la descalificación prematura.

Recordó las palabras del presidente López Obrador pronunciadas el 27 de junio de 2018: "nada por la fuerza, todo por la razón”.Y demandó congruencia. Los morenistas abuchearon.

Le siguió Javier Azuara -el frustrado candidato panista para sustituir a Muñoz Ledo-, quien aún traía la mecha sin apagar.

Y sus compañeros volvieron con las pancartas:

"17, 500 asesinatos"; "0 crecimiento económico"; "No te enfermes, no hay medicinas!"; "Morena no cumple”.

Muñoz Ledo pidió silencio y que ordenó que se sentaran, pero varios morenistas siguieron de pie y en el chacoteo. Uno de ellos lanzó un grito.

“Respeto al orador”, pidió Muñoz Ledo. “No a las imposiciones; contra el autoritarismo y el poder absoluto", agregaba el orador, arropado por sus compañeros panistas, que alzaron aún más sus pancartas.

Y más alaridos, pero Muñoz Ledo aumentó la voz para regañar a los gritones, quienes después repetirían su nombre para apoyarlo.

En nuestro país ha muerto la esperanza de soñar”, añadió el panista.

Y enumeró:

Falta de medicinas para niños, falta de camillas, falta de medicamentos contra el cáncer, dijo, y arremetió contra quienes se creen "dueños de la verdad absoluta", y sobre la elección de la cámara, acuñó: "fue al más puro estilo de... Porfirio Díaz”.

Muñoz Ledo sonrió.

Los morenistas repetían el nombre de "Porfirio, Porfirio", pero éste pedía orden. El panista exigió acatamiento a los contrapesos y los otros corearon: “No llores”.


Muñoz Ledo solicitó respeto.

El discurso del odio y la mentira”, rubricó el panista, mientras los morenistas coreaban: “Quiere llorar, quiere llorar, quiere llorar”, dijo. 

Y vino el turno del senador Ricardo Monreal, el último de la fila, seguido del vitoreo de sus compañeros, quienes sostenían diminutas pancartas con frases alusivas y a Morena.

Y antes de prender fuego, el senador Ricardo Monreal Ávila aclaró que llevaba un texto para leerlo en la tribuna, pero prefirió improvisar, dijo, ante el proceder de la oposición, y tiñó su alocución con algunas pullas.

La tribuna era suya.

No actúen con maniqueísmo”, les dijo Monreal, y aclaró que el gobierno está por una transformación, pues las alternancias decepcionaron. No alternancia, sino transformación", repitió.

Y enseguida citó una frase atribuida a Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo".

Lo quisieron interrumpir y, sin prisa, pidió respeto. "El Presidente recibió un país saqueado", afirmó, y como para echar más limón a la herida opositora, porfió: "...con una espiral de violencia impresionante".

El tribuno, con vasta experiencia en esas lides, dejaba pasar los gritos con el capote de su silencio y una sonrisa, mientras Muñoz Ledo le pedía: "Por favor, continúe, orador: le han quitado tres minutos".

Y hubo un murmullo.

"El presidente recibió un país en ruinas".

Y otra vez lo interrumpieron.Y guardó silencio. Porfirio los amonestó, pero el orador otorgó:

“Deje que se desahoguen”

Y hubo risas.

Muñoz Ledo recordó que no se permitía el diálogo. Hubo risas de los opositores y aplausos de los suyos.

Monreal dijo que había improvisado después de escuchar “sus discursos de odio, de descalificación”.

Entonces arrojó sus últimas palabras para defender a Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la mesa directiva, quien, les recordó, "ya luchaba en las calles antes de que muchos de ustedes nacieran".

"Porfirio es un hombre de Estado"; "Porfirio es la historia".

Y machacó:

"No se violó la ley".

Y más gritos de opositores.

"Es mejor el diálogo", sugirió Monreal, pues la confrontación "es solo para los que no quieren a la nación".

Los panistas no soltaban sus pancartas.

Y "al PAN le digo: hay formas de retomar al diálogo".

Y más molestia.

"Actuamos con institucionalidad", añadió, en referencia a la reelección de Porfirio Muñoz Ledo. "Es hora del diálogo, no de la provocación".

Y rubricó con un "viva Porfirio", quien de inmediato avisó que tenía preparado un discurso pero antes de que protestaran añadió: "calma, calma, no habrá".

Eran las 19:51y San Lázaro se convirtió en un murmullo.

grb 

  • Humberto Ríos Navarrete

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