A pesar de las constantes alertas de seguridad que han emitido los gobiernos de Estados Unidos y de Canadá en los últimos años, el número de residentes temporales y permanentes de estas nacionalidades se incrementó 90 por ciento desde 2020, de acuerdo con estadísticas de la Unidad de Política Migratoria (UPM) de la Secretaría de Gobernación.
Además, las cifras muestran que los estadunidenses y canadienses hacen poco caso a los avisos de sus respectivos gobiernos, pues de los 25 mil residentes que suman en el país, el 42 por ciento decidió vivir en las entidades que sus propios gobiernos consideran como inseguros para viajar por cuestiones de placer.
La canadiense Sarah Murphy se mudó a México hace dos años para cumplir el sueño de su infancia de vivir en un país diferente al suyo. Aprovechó la pandemia de covid-19 y las facilidades del trabajo remoto como diseñadora gráfica para darse tiempo de conocer al menos una decena de entidades federativas con la finalidad de “ser adoptada por la cultura mexicana”.
Antes de sembrar raíces en la Ciudad de México visitó estados como Sinaloa, Guanajuato, Guerrero, Morelos y Nayarit, los cuales figuran en la lista de zonas peligrosas para el gobierno de Canadá; sin embargo, ella acepta que esas alertas poco tienen que ver con su experiencia como turista en nuestro país.
“Sé que existen lugares en los que hay que tener más cuidado, pero eso no significa que todo el estado tenga problemas de seguridad, tampoco significa que tengas que evitar todo el estado de Sinaloa, por ejemplo, pero puede haber algunas áreas que debo evitar y eso está bien para mí”, explicó.
Añadió que nunca ha tenido ningún problema importante "y eso que soy una viajera soltera".
"Me siento muy segura aquí, me siento muy protegida en esta ciudad. Me robaron un teléfono hace dos años, pero fuera de eso realmente todo ha sido genial, me siento muy bien aquí”, explicó Sarah.
Un panorama similar ha experimentado Samuel Burleigh, un periodista y traductor estadunidense que llegó a la capital del país en 2015 para trabajar como maestro de inglés en el Anglo-Americano y que ahora traduce textos para un medio de comunicación que tiene su base en China.
“Todos mis amigos estadunidenses me dicen que México es un país peligroso, me preguntan por qué vivo acá; pero en siete años que llevo viviendo aquí no ha pasado nada y cuando fui a Brasil en solo siete días padecí varias cosas. Tal vez es una cosa de suerte y cada país tiene sus peligros, incluso mi país de nacimiento (EU)”, aseguró Samuel.
Para Scott Wermie, un gerente de ventas de la inmobiliaria Century21 que se dedica a conseguir casas y departamentos a personas extranjeras en el Lago de Chapala, Jalisco, los gobiernos de Canadá y Estados Unidos crean un “factor de miedo” con las alertas de viaje que emiten cada año.
“Si comparas la violencia de México con la de Estados Unidos, hay números muy proporcionales; esto indica que existe un factor de miedo creado asustando a los canadienses y estadunidenses: ‘no vengas a México, es muy violento’. Pero tienes que hacer tu investigación y descubrir qué es realidad y qué es ficción”, aseguró.
La seguridad que presumen los residentes extranjeros en nuestro país, así como las facilidades del trabajo remoto que les permiten vivir un nivel de vida más holgado que en su país de nacimiento han ocasionado un incremento explosivo de migrantes hacia nuestro país, principalmente de los canadienses.
Boom de canadienses
Las cifras de la UPM señalan que durante los últimos dos años los canadienses con estancia temporal o permanente crecieron 144 por ciento, pues pasaron de ser 2 mil 442 casos en 2020 a sumar 5 mil 961 casos en el cierre del año pasado y dos terceras partes se ubican en una lista reducida de 16 municipios donde dominan los destinos paradisiacos.
El lugar más llamativo para los canadienses es Playa de Carmen, Quintana Roo, donde las autoridades mexicanas contabilizan 807 residentes, le siguen Bahía Banderas, Nayarit, con 593 casos y Puerto Vallarta, Jalisco, con 573. Cabe señalar que los dos últimos municipios se ubican en estados con alerta de viaje que emitió el gobierno de Canadá en enero.
Además, entre los municipios preferidos se encuentran zonas como Mazatlán, Sinaloa (263); Mérida, Yucatán (252); La Paz, Baja California Sur (236) y Chapala, Jalisco (227); lugares que suman por sí solos una cifra mayor o similar a los 262 canadienses que residen en la Ciudad de México.
Sarah forma parte de ese pequeño grupo que dejó atrás las playas y zonas turísticas para radicar en la capital del país, específicamente en la colonia Narvarte para poder vivir una vida más similar a la que tiene un mexicano en su vida diaria y con una cierta distancia de los altos costos de la renta que se paga en colonias populares de la ciudad.
“Creo que (la colonia Narvarte) ofrece un poco más de la experiencia real mexicana. En la Condesa y Roma hay muchos extranjeros, eso no tiene nada de malo, pero vine a México por una razón: ser aceptada por la cultura y experimentarla un poco más. Esa sería la razón principal, además del costo del alquiler porque en esos vecindarios es muy caro”.
Para Sarah ha sido fácil realizar su trabajo a distancia y conocer nuevas amistades gracias a que se unió a un grupo de ciclistas que le ayudan a conocer nuevos lugares del país y que se ha convertido en su núcleo cercano de amistades.
“Mi experiencia en México ha sido absolutamente increíble. Realmente ha superado mis expectativas en todos los sentidos. Es un país cálido y acogedor, muy solidario. Mis amigos han sido increíbles, me invitaron a sus hogares y me presentaron a sus familias; creo que esa es la experiencia más increíble que podría tener. Tomé el riesgo y ha sido la mejor decisión que he tomado”, afirmó Murphy.
Oleada de estadunidenses
En el caso de los residentes estadunidenses, las cifras la UPM revelan que grupo creció 78.6 por ciento desde 2020, y que los municipios que albergan la mayor cantidad de “expats” son Puerto Vallarta, Jalisco, con mil 373 personas; Los Cabos, Baja California Sur, con mil 173 y San Miguel de Allende en Guanajuato con mil 94.
Scott Wermie señala que la oleada de estadunidenses se debe en gran medida a que hay un descontento con político en ese país y a que la inflación amenaza con disolver los ahorros que las personas mayores forjaron durante las décadas pasadas; además de México ofrece lugares seguros y paradisíacos para vivir.
“Hay un cierto descontento político en los Estados Unidos y la gente se está mudando, el sueño americano ya no existe y la inflación está pegando fuerte a los ahorros de toda una vida, por eso vuelan a México en busca de una mejor situación económica y todo esto va acompañado de un buen clima y de una sociedad asombrosa”, señaló Scott Wermie.
Además de los destinos de playa y descanso que son altamente requeridos por los estadunidenses, la Ciudad de México se ha ubicado como uno de los sitios preferidos de los últimos años para esta población. Actualmente suman 2 mil 854 residentes en la capital, lo que significa que en tan solo dos años se duplicó el número de gringos.
Ante el importante crecimiento de la población extranjera en la capital, el presidente Andrés Manuel López Obrador cataloga este fenómeno como algo positivo para el país, a pesar de los problemas reportados por la gentrificación que han sufrido los habitantes de las colonias que han decidido crear una oferta inmobiliaria basada en dólares.
“Creo que es algo bueno, que con toda la politiquería se busca ocultar, se eclipsa, pero en los últimos años se han venido a vivir a la Ciudad de México miles de extranjeros, muchísimos extranjeros, en especial de Estados Unidos, jóvenes. Es una ciudad que les fascina, y es una ciudad segura”, afirmó el mandatario el pasado 17 de enero.
Alertas del último año
- ESTADOS UNIDOS
No viajar: Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas
Reconsiderar viajar: Baja California, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Sonora. - CANADÁ
Evitar viajes no esenciales: Chihuahua, Colima, Coahuila, Durango, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Zacatecas.
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