La apertura tardía de casillas, extravío de paquetes con material electoral, error en el computo de votos, y otros aspectos derivados de la desorganización que se vivió en la jornada electoral del pasado 1 de julio, fueron la causa de que se anularan urnas en la elección de Guadalupe y Monterrey.
De acuerdo con la sentencia emitida por el Tribunal Electoral del Estado estos errores le costaron al PAN 16 mil 981 votos anulados en Guadalupe y 22 mil 950 en Monterrey, lo cual fue suficiente para revertir sus victorias en ambos municipios y otorgárselas al PRI.
Las causales que incluyó el PRI en su juicio de inconformidad tenían que ver con errores en el escrutinio y cómputo, entrega de paquetes electorales a las comisiones municipales fuera de plazo (por la clausura tardía de las casillas en cuestión), así como violaciones a la cadena de custodia referentes al extravío de documentos electorales.
El TEE determinó que en muchos de estos casos sí se acreditaba la violación a la Ley Electoral y se actualizaban las causas de anulación del artículo 329.
En este sentido, una vez anuladas las casillas que incurrieron en alguna falla, el voto para el PAN en Guadalupe quedó de 66 mil 307 y del PRI fue de 67 mil 322, es decir una diferencia del 1.5 por ciento.
En Monterrey el “voto recompuesto” para el PAN fue de 130 mil 085 y para el PRI fue de 131 mil 214, es decir, una diferencia de 0.9 por ciento.
Por otra parte, no procedió la nulidad de la elección de Monterrey por el extravío de 28 paquetes electorales, pese a que estos votos representaban un porcentaje superior a la diferencia entre el primero y segundo lugar.
Y es que el PRI en su Juicio de Inconformidad JI-265/2018 señaló que los paquetes no localizados representaban una diferencia de 1.74 por ciento con respecto al 0.89 por ciento de ventaja con que ganó el PAN.
Aunque el Tribunal determinó que era una falta grave por parte de la autoridad electoral, consideró infundados estos agravios.