Carlos Romero Deschamps evadió la justicia hasta su último aliento. El ex líder del sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex) falleció a sus 79 años sin rendir cuentas de las acusaciones por desvío de recursos que marcaron sus décadas de sindicalismo, ni de los lujos que él y su familia habrían gozado a raíz del peculado y la impunidad.
Oriundo de Tampico, Tamaulipas, Romero Deschamps asumió la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) años después del llamado “Quinazo”, el arresto de su antecesor Joaquín Hernández Galicia “La Quina”acusado por homicidio y acopio de armas.
De ese modo en 1993 Deschamps comenzó un mandato que logró extender por más de dos décadas y desde donde protagonizó una de sus polémicas más recordadas, relacionada con el desvío de recursos, conflicto de intereses y abuso de autoridad: el “Pemexgate”.
Pemexgate, un desfalco 'sin éxito'
Corría el inicio del segundo milenio. Los ánimos en el círculo político y social ardían por los presidenciables del 2000 que vislumbraban el término del régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que intentó defender su poderío con la candidatura de Francisco Labastida.
El resto de aquellos comicios fue historia: los resultados dieron la victoria a Vicente Fox, de Acción Nacional (PAN), quien superó a Labastida por 6.41 puntos. Unos años después, el nombre de Deschamps salió a la luz como implicado en un millonario desvío de recursos a favor del tricolor.
El entonces Instituto Federal Electoral (IFE) documentó que alrededor de 500 millones de pesos de las arcas del STPRM se desviaron a la campaña presidencial de Labastida Ochoa.
El contrato de esa cantidad fue firmado por Rogelio Montemayor, entonces director de Pemex, y en las operaciones subsecuentes intervinieron funcionarios del PRI nacional, Pemex y el Sindicato; Deschamps entre ellos. Ernesto Zedillo, antecesor de Fox, fue posteriormente involucrado al decirse que éste habría instruído el millonario desfalco.
Pese al número de imputados y las pruebas presentadas, el caso de corrupción quedó impune: ningún responsable se enfrentó a la justicia y la única consecuencia fue la inédita multa de USD 90 millones (1.6 mil millones de pesos) al PRI. En tanto, Romero Deschamps continuó gestionando el sindicato; gozando de lujos y cosechando polémicas.
Los lujos de los Deschamps
Romero Deschamps renunció a la titularidad del Sindicato de Petroleros en octubre del 2019, acusando “falta de cooperación entre trabajadores y administración para impulsar los proyectos que permitan el verdadero avance de Pemex”, según decía el escrito que compartió.
López Obrador celebró la dimisión del ex líder sindical señalándola como “el inicio de una etapa nueva” dentro de Pemex, que prometía, según él, el fin de los privilegios y atenciones para los dirigentes sindicales: “¿Cómo un dirigente va a ser al mismo tiempo un potentado? ¿De dónde sale ese dinero?”, cuestionó su mañanera del día siguiente.
Y es que los millonarios beneficios de los que Carlos Romero se hizo en vida al frente del sindicato fueron compartidos con su familia, a la que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) detectó la posesión de lujosas propiedades en ciudades de Estados Unidos (EU) y algunos estados de la República Mexicana.
Un recorrido hecho por Milenio Televisión atestiguó el edificio de departamentos donde Los Deschamps tienen la máxima joya de bienes raíces: un alojamiento valuado en USD 4.6 millones, ubicado en la avenida Collins en Miami Beach, Florida.
El segundo inmueble es el número 1005 a unas cuadras de la corte de Miami, en el centro de la ciudad. Otro más se identificó en un exclusivo fraccionamiento de Coral Springs y ostenta un valor en el mercado de 3.2 millones de pesos.
Finalmente, una cuarta y quinta propiedad se hallaron en la avenida Brickell, en el centro financiero de Miami, con avalúos que rodean los 12 y 25 millones de pesos — y cuya dirección fue registrada como domicilio fiscal para las empresas que el hijo y nuera de Deschamps fundaron en territorio estadounidense.
Los departamentos fueron sólo unos de los otros excesos que ostentó la familia Deschamps, pues Carlos Romero también habría sido propietario de un lujoso yate bautizado como “El Indomable” anclado en el muelle de Cancún y valuado en USD 1.5 millones.
El ojo del huracán también recayó en la hija del ex líder sindical, Paulina Romero Durán, quien en 2012 compartió en sus redes sociales los lujos que la colmaron de viajes alrededor del mundo (en países como Francia, Moscú, Dubai, Dinamarca y más), así como bolsas de marca Louis Vuitton Lockit PM Suhali.
Ese mismo año se reveló que Alejandro Romero, tercer hijo de Deschamps, recibió en sus cuentas 108 millones de pesos y realizó varios viajes de placer a Estado Unidos, Alemania, Brasil, Japón y España. El menor de la familia también ha sido señalado por adquirir acciones en una empresa establecida en Islas Británicas para hacerse de bienes de lujo, inmuebles, autos de colección, antigüedades y joyas.
Aunado a ello, en febrero del 2013 Carlos Romero obsequió a su hijo Juan Carlos un automóvil Enzo Ferrari de edición limitada con un valor de USD 2 millones (equivalente a 25 millones de pesos).
Las denuncias
En marzo del 2021 López Obrador ventiló que la UIF había interpuesto una denuncia a la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de Deschamps por una transferencia bancaria de más de 300 millones de pesos. Sumándose a otras acusaciones que acumuló en su trayectoria política.
Una de éstas fue la que impulsó en 2019 Samuel García por la presunta responsabilidad del ex senador en varios delitos: nepotismo, robo de combustible, venta de plazas, desvío de recursos, enriquecimiento ilícito, delincuencia organizada, operación con recursos ilícitos, evasión fiscal y conflictos de intereses.
En entrevista con Milenio Televisión, el entonces legislador dijo que para esa fecha Carlos Romero aunaba seis denuncias en su contra.
“No se vale que se siga solapando a quien desde el 1993 es el líder del sindicato petrolero y que todos los mexicanos vemos los excesos y lujos que muestra a lo largo de los años y no hay ninguna sanción”, reclamó en entrevista con Samuel Cuervo.
ASG