El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, negó haber ordenado o participado de alguna manera en la desaparición de personas durante su mandato.
A través de una carta enviada a Azucena Uresti sostuvo “jamás en toda mi vida he participado, ni ordenado privar ilegalmente de su libertad, asesinar, o desaparecer a persona alguna”.
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Luego de expresar su respeto a familiares de personas desaparecidas en Veracruz y desear que “encuentren a sus hijas e hijos pronto y con vida”, el priista les refrendó por medio de la misiva que “en nada tuve que ver con la desaparición”.
Sostuvo que una “prueba sencilla” de su inocencia ante los señalamientos de su participación en las desapariciones registradas durante su gubernatura es, en su opinión, responder “¿qué ganaba yo con la desaparición de sus familiares? Al contrario, cada vez que durante mi gobierno alguien era desaparecido me llovían los ataques y las críticas, las cuales siempre respete y encaré con responsabilidad”.
Dijo que a manera de comentario y tras subrayar que este no debe tomarse de manera alguna como una excusa por los hechos ocurridos durante su administración en Veracruz, entre 2010 y 2016, que para él es oportuno reflexionar que el delito de desaparición en el estado “no es privativo sólo al tiempo en que me desempeñé como gobernador del estado, este ha continuado y si se analizan fríamente los números, inclusive, ha ido en asenso”.
El ex gobernador, que permanece detenido en el reclusorio Norte, escribió de su propio puño en hojas de cuaderno cuadriculadas la misiva en donde enfatizó que no existe señalamiento en su contra de ninguna autoridad de que “haya participado en este aberrante delito”.
E insistió que la imputación que existe en su contra es falsa y fue presentada por motivos político electorales por su sucesor en el cargo, Miguel Ángel Yunes. “A mí se me acusa de que supuestamente ordené entorpecer una investigación que llevaba la Fiscalía General de Justicia de Veracruz, en ningún momento se me acusa de haber ordenado desaparecer a persona alguna”.
Agregó que dicha imputación “está basada en el testimonio de una persona que fue encarcelada y posteriormente puesta en libertad, y precisamente, al quedar libre testificó que su aportación fue falsa ya que lo obligaron a declarar lo que declaró por medio de tortura”.
Finalmente, se dijo consciente de que el dolor que sienten los seres queridos de personas desparecidas se canalice en aquellos responsables de las instituciones estatales en el momento que ocurren los hechos, por lo que repitió asume su responsabilidad en ese sentido.
“Cada persona desparecida que ocurrió durante mi sexenio es una losa que llevó cargando, así como cada persona que fue recuperada sana y salva es un rayo de luz que me genera ánimo y paz”, abundó al respecto.