La mañana del jueves, la familia de Fany llegó desde Ajalpan, Puebla hasta el Palacio Nacional, en la Ciudad de México. Entre las manos de su madre, Fernanda Rojas, quien pese a su dolor muestra una enorme fortaleza llevaba una carta cuidadosamente escrita y dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
En el documento, narra desde el momento en el que se enteró de lo ocurrido con su hija, el instante en el que tuvo que reconocer su cuerpo hasta las omisiones que el caso ha tenido, por lo que le solicitaron su intervención directa para garantizar que la investigación por feminicidio avance sin trabas y que la muerte de Fany no quede impune.
"Hoy quiero pedir su apoyo y preguntarle que haría usted en mi lugar como MADRE, quiero resaltar que la Guardia Nacional no se está haciendo responsable del suceso pues menciona que no hay cámaras, tratan de encubrir al sargento", expresa en dicha carta.
Este mismo día la carta fue recibida por la directora de Atención Ciudadana, Adriana Contreras Vera, y sirvió de pase para que la familia pudiera entrar esta tarde a la audiencia del señalado.
"Quiero comentarte que la Presidenta de la República, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, nos pide atender tu solicitud, la cual ha sido leída con detenimiento y se ha pedido el apoyo de compañeros servidores públicos de las dependencias a las que les corresponde ese tema. Y de aquí en adelante, nosotros nos encargaremos de darle seguimiento y constatar que tu petición tenga una respuesta", responden en el documento.
En redes sociales, familiares y amigos han pedido a la ciudadanía reforzar la presión mediática hasta que se esclarezca la muerte de Fany y que el señalado pague ante la ley.
Exigen justicia por Fany:
“Pedimos a toda la población que no deje de exigir justicia, que no permita el silencio, que no normalice el dolor. Que sigamos alzando la voz hasta que el nombre de Stephany deje de doler y empiece a significar verdad y justicia”, enfatizan en redes.
El caso de Fany ha puesto de nuevo en el centro del debate la opacidad en los procedimientos internos de las fuerzas armadas cuando uno de sus miembros es acusado de cometer un crimen, especialmente si se trata de violencia de género.
Aunque el sargento Yahir N. permanecerá recluido en la prisión militar de la Guardia Nacional en Naucalpan, conocida como Puerta 8, el proceso penal por feminicidio corresponde al fuero federal, y por tanto deberá ser impulsado por la FGR.
El abogado Guerrero Flores explicó que esta doble jurisdicción puede generar lentitud y confusión, pero también subrayó que la detención dentro del fuero militar es una oportunidad para mantener bajo resguardo al acusado mientras avanza la causa civil.
“Estamos conscientes de que esto es solo un primer paso. No vamos a descansar hasta que se libere la orden de aprehensión por feminicidio, que es el delito que verdaderamente debe imputarse. La familia quiere justicia, no castigos administrativos”, enfatizó.
Arrestan al presunto feminicida:
Desde el inicio, la familia de Fany ha enfrentado barreras institucionales, burocráticas y emocionales. Han tenido que insistir una y otra vez para ser escuchados, presentando oficios, declaraciones y pruebas que respalden su exigencia.
A pesar del desgaste, su compromiso no se ha quebrado. Su madre, Fernanda, ha encabezado las manifestaciones, ha hablado con medios y ha convertido su dolor en una voz colectiva que representa a muchas madres de mujeres asesinadas dentro de las corporaciones de seguridad.
“Mi hija no fue una cifra más. Era una mujer joven, valiente, que soñaba con ascender en la Guardia Nacional. Hoy solo pedimos que su nombre no se olvide y que el responsable enfrente la justicia como cualquier ciudadano”, expresó entre lágrimas.
La familia también agradeció a las personas que han mostrado solidaridad en redes sociales, periodistas independientes y colectivos feministas que han acompañado el proceso. Su llamado es claro: “No nos dejen solos”.
El feminicidio de Fany no solo representa una tragedia personal, sino también un reflejo del riesgo que enfrentan las mujeres dentro de las instituciones armadas. Casos como el suyo han sido denunciados por años: acoso, abusos de poder, y la falta de mecanismos eficaces para protegerlas.
“Ella servía a la nación, y fue asesinada dentro de un entorno que debería haberle dado seguridad. Eso nos duele más”, expresó una de sus compañeras de formación, quien pidió el anonimato por temor a represalias.
El caso ha comenzado a generar eco en colectivos feministas y organizaciones civiles, que exigen una revisión a fondo de los protocolos internos de la Guardia Nacional y del Ejército respecto a la violencia de género.
Pese a las irregularidades, el miedo y la tristeza, la familia Carmona Rojas se aferra a la esperanza. Ven en cada avance una señal de que el país aún puede responder con justicia.
“Fany no está aquí, pero su espíritu nos acompaña. No buscamos venganza, buscamos justicia. Que su historia no se repita con otra mujer, con otra hija”, dijo su madre al salir de la audiencia.
Hoy, el nombre de Fany se pronuncia con respeto y rabia contenida. Es símbolo de lucha, de amor y de resistencia. Su familia no descansará hasta que el feminicidio sea reconocido, procesado y castigado con todo el peso de la ley.
Porque Fany no murió en vano.
Porque cada paso hacia la verdad es también un paso hacia la justicia.
Y porque mientras su familia siga de pie, su historia seguirá viva.
Vinculan a proceso al presunto feminicida
La familia de Fany confirmó la detención de Yahir Manuel Ramírez de la Cruz, sargento de la Guardia Nacional y presunto responsable de su feminicidio.
El militar fue vinculado a proceso por los delitos de deserción y desobediencia, tras una audiencia realizada en los juzgados militares ubicados en Naucalpan, Estado de México.
Sin embargo, la familia advirtió que aún no se ha liberado la orden de aprehensión por feminicidio, delito que verdaderamente representa la gravedad del caso.
De acuerdo con el abogado de la familia, Pedro Jorge Guerrero Flores, este primer paso representa un pequeño avance dentro de un proceso doloroso y lleno de obstáculos para la familia de Fany y sus seres queridos.
“El trámite fue complejo, pero logramos acceder gracias a una carta dirigida a la presidenta. La audiencia ya estaba avanzada cuando entramos, pero escuchamos la resolución: el sargento quedó vinculado y se le dictó prisión preventiva. Con esto, la familia puede estar más tranquila”, explicó.
SNGZ