PGR nunca actuó contra ex agente del Mossad señalado en caso Vallarta-Florence

Israel Vallarta dijo en 2006 que Eduardo Margolis, junto con Cárdenas Palomino e Israel Zaragoza, prepararon el montaje de su detención el 9 de diciembre de 2005. Margolis es uno de los personajes contra los que nunca actuó la entonces PGR.

Israel Vallarta fue detenido junto con Florence Cassez. (Archivo)
Rubén Mosso
Ciudad de México /

Eduardo Margolis, quien fue señalado como ex agente de los servicios de inteligencia del Mossad, es uno de los personajes contra los que no actuó la entonces Procuraduría General de la República (PGR), pese a ser mencionado por el presunto líder de la banda de secuestradores Los Zodiaco, Israel Vallarta Cisneros, de estar involucrado en diversos delitos.

Fuentes del gobierno federal comentaron que Eduardo Margolis no fue la única persona citada por Vallarta Cisneros, pero los testigos del caso que supuestamente podían demostrar los hechos, se creé fueron presionados por el director de Despliegue Regional de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Luis Cárdenas Palomino.

Indicaron que Margolis compareció en 2007 durante el proceso de Israel Vallarta, pero negó los señalamientos en su contra.

Aun así, agregaron, la PGR no quiso investigar más por la presión que ejercía desde la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y su mano derecha Cárdenas Palomino, hoy preso por tortura y señalado por Estados Unidos, lo mismo que su ex jefe, por recibir sobornos y proteger al cártel de Sinaloa.

En marzo de 2006, Israel Vallarta entonces pareja sentimental de Florence Cassez, dijo a la jueza Quinto de Distrito en Materia de Procesos Penales en el Reclusorio Oriente, Olga Sánchez Contreras, que el montaje de su detención el 9 de diciembre de 2005, en el rancho Las Chinitas, en los alrededores de la carretera a Cuernavaca, Morelos, fue preparado por Eduardo Margolis, Cárdenas Palomino e Israel Zaragoza, estos dos últimos que lo golpearon y montaron el operativo para medios de comunicación.

Israel aseveró que Eduardo Margolis también fue la persona que amenazó a George Khoury, quien en 2005 fue entregado a la PGR tras descubrirse que era socio del israelí Ben Sutchi, extraditado e identificado como el mayor contrabandista de telas en nuestro país.

También aseguró que Eduardo Margolis vendía equipo de protección a la comunidad judía en el Distrito Federal y que les blindaba carros, pero también cometía secuestros contra ellos, pues Vallarta manifestó que le prestó su rancho para cometer algunos delitos.

Eduardo Margolis, abundó Israel, le fue presentado por Sebastián Cassez, hermano de Florence. No obstante, Vallarta negó ante la jueza que los franceses estuvieran involucrados en delitos de secuestro, pero él sí.

Vallarta afirmó que tuvo relaciones íntimas con Eduardo Margolis por algún tiempo y por esta razón se ganó su confianza y le reveló que fue entrenado por el Mossad.

En la audiencia, Florence Cassez e Israel Vallarta también denunciaron vejaciones en su agravio por parte de miembros de la AFI.

Vallarta Cisneros declaró que el 8 de diciembre de 2005, después de recoger a Florence para entregarle unos muebles que iban a llevar al departamento de ella, en la colonia Juárez, perímetro de Cuauhtémoc, fueron interceptados por elementos de la AFI, a la altura del kilómetro 27 de la mencionada carretera, y que a él lo subieron a una camioneta, donde lo empezaron a golpear hasta que llegaron al Monumento a la Revolución, donde se estacionaron por un momento.

Después lo trasladaron a un inmueble donde lo desnudaron, golpearon y le introdujeron un palo de escoba en el recto, y después le enseñaron fotografías y documentos con signos zodiacales; sus captores, relató, le dijeron que lo que él estaba sufriendo, también se lo estaban haciendo a su pareja sentimental, y que si no querían que les pasará nada tenía que hacer un trato.

Esto, según dijo, porque “se pasó de listo” con alguien muy importante y que por ello “se lo iban a chingar”.

Horas después de aceptar el trato, lo condujeron al rancho Las Chinitas, donde los federales “sembraron” pruebas para culparlo de secuestro, mientras que a los medios de comunicación les decían por dónde deberían entrar para hacer tomas para televisión, mientras que a las presuntas víctimas les decían dónde tenían que acomodarse.

FS

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