Lo que está ocurriendo en Afganistán es algo similar a lo que está pasando en países de Latinoamérica con el resurgimiento de fundamentalismos de grupos con una ideología política que afecta directamente en el desarrollo de sus derechos humanos de las mujeres.
Esta explicación la dio la maestra Lupita Fernández, encargada del Programa de Estudios de Género de la Universidad Iberoamericana de León, quien dijo que cuando estos grupos no encuentran más herramientas para colocar sus ideologías, acuden a las armas y muchas de las veces las más afectadas son las mujeres porque no son vistas como seres humanos.
De acuerdo a medios internacionales, en los últimos 20 años las mujeres de ese país habían avanzado en derechos con la estadía de tropas estadounidenses, pero hace unas semanas a la fecha el presidente Joe Biden, presidente de Estados Unidos, decidió retirarlas y la integridad de las mujeres se ha mermado.
“Este resurgimiento de los fundamentalismos provoca que estos grupos vayan haciendo una estrategia política para colocar su pensamiento en el número más amplio de población posible y para ello, claro, que necesitan ciertos aliados, no están peleados con el fundamentalismo económico para poder existir perfectamente”, comentó.
Sin embargo, la catedrática explicó, que cuando esto no es posible con alianzas está la vía armada que genera un conflicto como el que está ahora, además de que no se puede negar la intervención de países europeos y de Estados Unidos que a lo largo de muchas décadas han entrado y salido de Afganistán cuando lo han decido.
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Dijo que finalmente la población que se queda es quien padece todos estos cambios y ataques y las mujeres son las primeras afectadas por el conflicto, ya que esos grupos no las consideran como seres humanos de la misma categoría que los hombres y hay un reforzamiento de la valoración del sistema patriarcal y de valores familiares.
Comentó que la mayor parte de las mujeres han recibido una educación donde son sumisas y se dedican al cuidado del hogar, con roles tradicionales que no les permiten desarrollarse en ámbitos externos porque hay una interpretación tradicional de cualquier grupo fundamentalista, que dicen que las mujeres son relegadas a un papel mínimo y no pueden tener protagonismo.
Dijo que con ello la ausencia de la valoración de los avances científicos y de la incorporación de las mujeres en diversos ámbitos se van combinando y reforzando estos estereotipos, que es un patriarcado de cuestión, donde hay una acción de la autoridad que favorece la desigualdad de los hombres y las mujeres con medidas drásticas como lo que ocurre con los talibanes cuando lapidan a las mujeres cuando tienen una relación fuera del matrimonio y a los hombres no.