"Ni cis, ni trans, ni una asesinada más", fue la consigna que representó a las mujeres de este sector que se sumaron a la marcha exigiendo inclusión en la lucha por la equidad de género.
Los diferentes colectivos se dieron cita en la Glorieta de Insurgentes para partir hacia el Zócalo capitalino en punto de las 16:00 horas. Como todas las asistentes, exigieron justicia para las mujeres diversas que han sido víctimas de discriminación, violencia y feminicidio.
El movimiento ha sido fuertemente rechazado por grupos feministas radicales que no consideran a las personas, trans, cisgénero y no binarias parte de la lucha del 8 de marzo, de hecho en años anteriores tuvieron la desdicha de enfrentarse con ellas.
"Nos quisimos incorporar con los demás contingentes pero algunos no nos aceptaban, por eso decidimos crear el colectivo trans", contó a MILENIO, Danae, quien se identifica con el sector.
Por eso, este año los colectivos avanzaron pacíficamente hacia el primer cuadrado de la capital elevando las banderas distintivas de su orientación sexual, algunas arrojando diamantina, brincando y alzando la voz para asegurarse de ser escuchadas “¡Aquí está la resistencia trans!”.
Entre ellas estaba Dani, una adolescente de 17 años que acude a la marcha desde los 13 acompañada de su mamá. Asegura que “ser mujer es un sentimiento”, y considera importante conformar una colectiva de este tipo porque a las mujeres trans también las matan, a tal grado que el promedio para ellas no rebasa los 35 años.
En el trayecto no se reportó ninguna agresión ni confrontación hacia el contingente, por el contrario recibieron aplausos y consignas de aliento por parte de grupos que se cruzaron en el camino.