Este lunes, en la Ciudad de México, reabrieron bajo estrictas medidas de seguridad y pocos asistentes los establecimientos comerciales como: boliches y casinos, así como bares con servicio de restaurantes al aire libre.
Aproximadamente mil 78 comercios levantaron cortinas con la esperanza de “activar la economía y continuar llevando comida a sus hogares”.
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Por ello, desde tapetes sanitizantes hasta guantes para manos son parte de las medidas de seguridad para evitar contagios por covid-19.
“Cada dos horas aproximadamente estamos haciendo sanitización de todo el establecimiento, esto para que todos se sientan seguros y con la garantía de que van a estar sanos al venir con nosotros. Aquí todo esta sanitizado, las bolas, los zapatos, todo”, expresó Tere Inisestra, gerente del “Bol Tlalpan”.
Asimismo, para este lugar los requisitos principales son: cerrar máximo a las 20:00 horas, seis personas máximo por pista y estas deben mantenerse con sana distancia para evitar aglomeraciones.
“Apenas llevamos 40 personas desde que abrimos a las 10 de la mañana. Todos cuidándonos con la preocupación y la responsabilidad que nos toca a cada quien que podamos mantenernos abiertos por todos, por la economía y por nuestras familias”, resaltó.
Mientras que los bares que tuvieron que reconvertirse a restaurantes piden a las autoridades no volver a cerrar estos establecimientos y es que “estamos llenos de deudas y varios cerraron”.
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MILENIO realizó un recorrido por el corredor comercial de la calles de Amberes en la Zona Rosa y pudo constatar que de los cerca de 18 establecimientos que había previo a la contingencia, sólo continúan en operación 4.
De acuerdo a comerciantes de la zona “muchos compañeros no han aguantado la pandemia y han tenido que cerrar”, incluso, algunos ya los puedes encontrar en otro giros.
“Muchos de mis compañeros restauranteros, bares y cafetería ya no existen, se declararon en quiebra y nosotros estamos trabajando con muchas deudas, debemos rentas, proveedores como abarrotes, alcohol… y pues ha sido muy difícil entonces ahorita de tener algo a no tener nada pues es mejor poquito”, expresó Francisco Ramírez, gerente de un bar gay.
Destacó que tuvieron que adaptar la cocina en los lugares, y colocar mesas al exterior, no obstante, señaló que la clientela ha sido escasa en este primer día.
Finalmente solicitó a las autoridades apoyos para continuar laborando y es que de sus 35 trabajadores sólo 5 están en servicio en su local.
FS