Luego de la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada en México el sábado pasado, donde se confrontaron los presidentes de Uruguay y Paraguay con los de Cuba y Venezuela en un debate con tintes ideológicos, Estados Unidos tomó parte a favor de los primeros, pero aceptó que en el pasado no siempre ha estado del lado correcto de la historia.
Fue el asesor de la Casa Blanca para América Latina, Juan González, el encargado de subirse al debate sobre democracia y autoritarismo que comenzó el sábado en los salones de Palacio Nacional.
“No importa que sea uno de izquierda (o de) derecha, estos son los valores que nos definen. Demasiados torturados y desaparecidos a través de las décadas en su defensa. Si bien los Estados Unidos no siempre han estado en el lado correcto de la historia, son principios centrales en la política (de) Biden”, dijo a través de sus redes sociales, respondiendo al posicionamiento del presidente de Uruguay, Luis Lacalle, en contra de los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
En su posicionamiento durante la cumbre de jefes de Estado latinoamericanos, Lacalle, que es considerado un líder de derecha, lanzó un mensaje en contra de los gobiernos de estos tres países en donde reclamó la falta de democracia que existe al interior de sus fronteras.
“Participar en este foro no significa ser complaciente, señor presidente (López Obrador), cuando uno ve que en determinados países no hay una democracia plena, cuando no se respeta la separación de poderes, cuando desde del poder se usa el aparato represor para callar las protestas, cuando se encarcelan opositores, cuando no se respetan los derechos humanos, nosotros, en esta voz tranquila pero firme, debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela”, dijo.
Por su parte, el presidente de Paraguay, Mario Abdo, confrontó directamente y de manera personal a Nicolás Maduro, mandatario de Venezuela.
“Mi presencia en esta cumbre, en ningún sentido ni circunstancia, representa el reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro. No hay ningún cambio de postura de mi gobierno y creo que es de caballeros decirlo de frente”, dijo el también político de derecha.
Ante los señalamientos, Maduro, identificado como un político de izquierda, reviró ante Abdo y Lacalle, retándolos a un debate sobre democracia.
“Yo le digo al presidente de Paraguay: ponga usted la fecha, hora y lugar para un debate en Paraguay, en Venezuela y en América Latina. Estamos listos para darlo, ¡ponga usted el lugar! O lo digo un poco más: si me permiten la pasión, ponga usted, presidente Lacalle, la fecha, el lugar para un debate, o ponga usted presidente López Obrador, y Venezuela está lista para debatir de democracia, de libertades, de resistencia, de revolución y de lo que haya que debatir, de neoliberalismo.
“De cara a los pueblos, en transmisión en vivo y directo, en privado, como ustedes quieran, con respeto, con respeto, sin exclusiones”, dijo el bolivariano, visiblemente molesto.
El heredero de los hermanos Castro al frente del gobierno cubano, Miguel Díaz-Canel, también confrontó las acusaciones de Lacalle, en un tenso cruce de declaraciones.
Al tomar la palabra respondió a Lacalle, y le reprochó que no “escuche a su pueblo”, en referencia a las 700 mil firmas presentadas a comienzos de julio contra la ley que ajusta los precios de los combustibles impulsada por el gobierno uruguayo.
También, criticó el apoyo de Uruguay a la Organización de Estados Americanos (OEA), que según Díaz-Canel “guarda silencio ante torturas y asesinatos”.
LP