El gobierno estadunidense retiró los cargos contra Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional, y luego lo entregó al gobierno mexicano sin que existiera ningún tipo de condición para hacerlo, informó este jueves el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau.
“Es importante destacar que nosotros devolvimos al general Cienfuegos sin condiciones, porque el (ex) fiscal (William Barr) revisó todo el caso y él decidió que, realmente, le correspondía a México en primer lugar investigar este caso”, sostuvo durante un encuentro con medios de comunicación a seis días de dejar el cargo.
El diplomático achacó a un problema burocrático la polémica del caso Cienfuegos, en donde el exsecretario de la Defensa Nacional fue arrestado en Los Ángeles sin que el gobierno estadunidense avisara en ningún momento al gobierno mexicano que existía una investigación en su contra.
“Ambos países somos grandes y tenemos gobiernos grandes, burocracias grandes, con muchos componentes distintos, que, a veces no se comunican como lo deberían hacer entre sí. Francamente ese fue el caso aquí, con el general Cienfuegos, de nuestro lado (...) son burocracias muy grandes y de vez en cuando van a haber malentendidos entre un mismo gobierno o entre nuestros gobiernos ”, sostuvo.
Recordó que la demanda en contra de Cienfuegos se presentó de manera sellada en una corte de Nueva York dos días antes de que él asumiera su encargo diplomático en agosto de 2019, por lo que, cuando se enteró ya no había nada que hacer por las disposiciones legales de su país que lo obligaban a mantener todo en secreto.
“(...) es un tema secreto bajo nuestra ley, así que, cuando yo llegué estábamos en una posición donde ya era demasiado tarde para compartir esto”, abundó al respecto.
Algunos fiscales no comprenden sus repercusiones a nivel internaciones
Landau lamentó que en muchas de las ocasiones los fiscales de su país no están conscientes de las repercusiones que pueden tener su acciones en el escenario internacional, en un caso tan delicado como el del propio Cienfuegos, por ejemplo.
“Los fiscales en nuestro país son autoridades que, realmente, no tienen todo el conocimiento de todo el marco internacional y no necesariamente entienden todas las repercusiones de sus decisiones”, explicó.
Llamó a ambos gobiernos a aprender qué pueden hacer de forma distinta para asegurarse de que no vuelva a pasar algo similar: ”tenemos que buscar formas de prevenir este tipo de malentendidos para enfocar todos nuestros esfuerzos en combatir el crimen”.
Insistió que tanto México como Estados Unidos no tienen otra alternativa que seguir enfocando sus esfuerzos conjuntos contra el crimen organizado, “porque mientras nosotros sigamos así, peleándonos los unos con los otros, los delincuentes van a seguir fortaleciéndose”.
Finalmente, mostró su desencanto ante un escenario en que su experiencia como diplomático se ha vuelto repetitivo en tareas de seguridad de manera bilateral.
“A mí me frustra muchísimo, porque a pesar de todo lo que hacemos siempre parece que llegamos al mismo punto donde nos quedamos Estados Unidos y México siempre culpándonos los unos a los otros. Y ahí se quedan los narcos, los criminales organizados, y mientras tanto, nosotros siempre regañándonos los unos a los otros”, sostuvo.
JLMR