Bronquitis, asma, infartos cerebrales y disfunción eréctil, son algunos de los daños que denunció el gobierno federal para prohibir la venta y el uso de cigarrillos electrónicos en el país. Pero no sólo es el tema de la salud, sino también el problema ambiental, pues al ser tirados a la basura, la pila de litio de los vapeadores -que contienen magnesio y cobalto- generan una gran cantidad de toxicidad al medio ambiente.
En entrevista con MILENIO, el doctor Carlos Rius, profesor TC de la Facultad de Química UNAM, comentó que los vapeadores se deberían tirar en los lugares donde desechan las pilas, con el objetivo de evitar el aumento de contaminación en el ambiente.
“Existen dos tipos de cigarros electrónicos, ha habido varias generaciones, los que están volviéndose más populares ahorita son los desechables, de un solo uso, este sí causa problema, la contaminación, la forma de poderlo manejar sería desecharlos como si fueran baterías de litio, que hay ciertos lugares donde se desechan esas baterías, pero se tendría que, al ser un producto prohibido, no se puede establecer un programa oficial de recolección de ese tipo de residuos”, explicó.
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Indicó que, al fumar el cigarrillo electrónico, la pila de litio descompone al menos 15 sustancias diferentes convirtiéndolas en vapor, algunas de ellas altamente cancerígenas, que al entrar al cuerpo humano, daña e irrita al sistema respiratorio.
“Ese humo, realmente lo que estoy exhalando es vapor de glicerina o vapor de propilenglicol, pero no es puro vapor de glicerina o puro vapor de propilenglicol, sino va a tener una serie de compuestos que son descomposición térmica de estos productos, muchos de estos compuestos son tóxicos, por eso se ha visto en la actualidad de que hay muchos casos de toxicidad por el cigarro electrónico, lo que antes que se pensaba que era totalmente inocuo resulta que no es tan inocuo”, señaló.
Además de la glicerina y el propilenglicol, los vapeadores cuentan con distintos tipos de sabores, que al hacer contacto con la batería de litio, se descomponen en diferentes sustancias toxicas, que afectan al cuerpo humano.
“Aparte va a tener una serie de sustancias que le dan ciertos aromas, hay de sandía, fresa, limón, entonces aunado a que son los humectantes que se tenían, nos pueden producir productos secundarios que son tóxicos, estos aditivos que se le ponen adicionales para darle sabor, aroma y cierta atracción a los vapeadores y cigarros electrónicos también se van a descomponer. ¿En qué se descomponen? Dependiendo qué es lo que tengan, pero muchos de ellos sí nos dan sustancias que son toxicas, tiene reportado ahorita que hay más de 7 mil 500 compuestos que se adicionan a los cigarros electrónicos”, relató.
Alertan por explosiones de cigarrillos electrónicos
A pesar de todos los daños señalados, para el gremio químico lo más preocupante es la posible explosión del cigarro electrónico, pues de acuerdo con distintos artículos e investigaciones internacionales, se han generado estos casos por descarga, debido a la reacción del litio con objetos metálicos.
Pues al traer el vapeador en las bolsas del pantalón, el aparato explota en las piernas, manos y hasta genitales, haciendo de este un gran problema para los consumidores.
“Un problema, es que se ha visto que muchos casos con cierta frecuencia debido a que yo traigo el cigarro electrónico en el bolsillo del pantalón y junto con el bolsillo del pantalón puedo traer algunas monedas, puedo traer unos objetos metálicos, puedo hacer un corto y viene una descarga muy rápida de la batería y puede llegar a ocurrir una explosión”, exaltó.
“¿Qué ocasiona un corto? Que empieza a descargarse muy rápidamente la batería y genera mucho calor y sí llega un momento en que ya el calor es muy alto genera una explosión de la batería, hay muchos casos de personas que han sufrido porque los taren en los pantalones o los traen en los bolsillos de la camisa, han sufrido quemaduras bastante graves por el efecto de las baterías”, añadió.
Por ello, el profesor TC de la Facultad de Química de la UNAM exaltó su preocupación por el mercado negro, ya que al no estar regulados los vapeadores, no se sabrá el origen de las sustancias, que, al descomponerse, dañan los pulmones, el medio ambiente y hasta causan explosiones, siendo de esto, un grave peligro.
“Y aquí viene otro problema adicional, en la normatividad o debido a que se prohibió en México el uso de cigarros electrónicos, no va a haber una normatividad que se establezca ¿esto qué va a traer como consecuencia? Que se siguen mercadeando, en el mercado negro y no va a haber ningún control de qué sustancias estoy poniendo dentro de mi cigarro electrónico, con tal de que el mercado me acepté una cuestión atractiva va a utilizar esa formulación y no sé qué efectos secundarios pueda tener hacia las personas”, concluyó.
FS