CNDH documentó nexos de normalistas con narcotráfico y gente de Los Rojos

En la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa había un alto índice de adicción y tráfico de drogas con el consentimiento de los directivos escolares.

Alumnos de la Normal Rural Isidro Burgos. (Rogelio Agustín)
Rubén Mosso
Ciudad de México /

En el sexenio pasado, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) documentó que la escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa no pudo sustraerse a la acción de grupos criminales, porque a su interior había un alto índice de adicción y tráfico “indiscriminado” de drogas con el consentimiento y complacencia de los directivos escolares.

El líder estudiantil conocido por sus compañeros como La Parka y dos grupos de normalistas cercanos a él identificados como Los Pachecos, ejercían el control del tráfico de drogas al interior de la escuela.

En la recomendación de la CNDH número 15VG/2018 del Caso Iguala, también consta que el hermano del normalista de Ayotzinapa Manuel Vázquez Arellano ó Omar Vázquez Arellano ó Omar García Velázquez ó Omar Salgado Bahena, El Jackie Chan, en ese entonces presidente del Comité de Conciencia Política, tenía un hermano que trabajaba para el grupo criminal Los Rojos, grupo rival de Guerreros Unidos, éste último responsable de la desaparición de 43 normalistas el 26 y 27 de septiembre de 2014.

En la averiguación previa número BRA/SC/07/1328/2014, iniciada por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero se detalla que el 1 de julio de 2014, en la comunidad de Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri, durante un enfrentamiento entre grupos delincuenciales resultaron abatidas cuatro personas, entre ellas, Narciso Vázquez Arellano, El Chino, identificado como escolta de Margarito Álvarez Bahena, parte de la estructura criminal de Los Rojos, hermano de Manuel Vázquez.

En un video que apareció en redes sociales el 11 de diciembre de 2016, Omar Vázquez reconoció que su hermano trabajaba para la organización de Los Rojos y que fue asesinado.

La CNDH también señaló que de entre los dos grupos de normalistas de segundo grado que mantenían el control de la venta de droga en la Normal destacaba el que encabezaba el normalista identificado como El Morelos. A ese grupo estaba integrado el estudiante a quien se identifica como La Concha, normalista que, dentro de la estructura organizacional estudiantil, ocupaba el cargo de “delegado fraterno”.

“Todos quienes integraban este grupo eran originarios y provenientes del estado de Morelos, sitio de influencia de la organización criminal de Los Rojos, liderada por Santiago Mazari Hernández, El Carrete o El Señor de los Caballos”, indica la recomendación.

En el expediente de investigación de la CNDH se encuentra agregada información y documentación en la que directa o indirectamente se involucra a alumnos de la Normal o a familiares de ellos, bajo diversos esquemas, en cuestiones relacionadas con el narcotráfico.

El organismo mencionó que el 6 de julio de 2013, Bernardo Flores Alcaráz, secretario del Comité de Lucha del Comité Estudiantil de la Normal, uno de los ahora 43 normalistas desaparecidos, publicó en su cuenta de la red social Facebook, dos fotografías con algunos comentarios.

“En ambas, se aprecia un sembradío de amapola con acercamiento al bulbo de tres plantas recién rayado. El comentario que el secretario del Comité de Lucha del Comité Estudiantil de la Normal de Ayotzinapa hace en cada una de las fotografías es: escurre chido la cosecha y muchos se van a la ciudad a trabajar, no saben de lo q se pierden los compas jajajaja”. Al pie de ambas fotografías aparece la inscripción: 100 %sierra linda de atoyac. En la segunda fotografía aparece, además, la leyenda de: Cosecha de la sierra. En la misma cuenta de Facebook, en el apartado ´amigos´ cuatro de sus contactos hicieron publicaciones alusivas a la sierra de Guerrero, difundiendo imágenes de armas de fuego, vehículos de transportes propios para su uso en ese tipo de terreno (cuatrimotos) y diversas fotografías de sembradíos de amapola” (sic).

Por su parte, la Procuraduría General de la República (PGR) citó a declarar al director de la escuela, José Luis Hernández Rivera, tras los señalamientos de sicarios de Guerreros Unidos, por supuestamente enviar a los estudiantes a realizar “desmadres” a Iguala el 26 de septiembre de 2014.

El 28 de enero de 2015, Jesús Murillo Karam, entonces titular de la PGR, informó que iniciaron una pesquisa por las declaraciones del sicario Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo, de Guerreros Unidos, señalado por la desaparición de los normalistas.

“...él (El Cepillo) dice que le dijeron que un señor (El Carrete) del grupo de Los Rojos que opera en Morelos le pidió al director de la escuela (José Luis Hernández) que le hiciera el trabajo (para generar disturbios en contra) de la presidenta municipal (María de los Ángeles Pineda Villa, esposa del alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez).

En declaraciones ministeriales, El Cepillo señaló que, al interrogar a uno de los normalistas, éste le reveló que su presencia en Iguala fue porque los envió El Carrete, quien a su vez había pagado dinero al director de la escuela rural.

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