Todas las mañanas Ceci Flores sale de su casa con pico y pala en mano para buscar sus desaparecidos, junto con todas las personas que forman parte del colectivo Madres Buscadoras de México.
Aunque es un trabajo difícil, ella asegura que le ha traído mucha satisfacción, incluso por encima del dolor y de las lágrimas de tener a dos hijos desaparecidos.
"Ha sido una lucha tremenda donde ha habido mucho dolor, muchas lágrimas, pero también satisfacciones, cuando logramos recuperar a alguien con vida y vemos la alegría de la familia y de esa persona que vivió mucho tiempo en la indigencia, y que vuelvan a llegar a casa, para mí han sido muchas bendiciones".
Pero su vida no siempre fue así. Antes de 2015, ella era una feliz madre de seis hijos, con un esposo y una casa. Todos vivían en Bahía de Kino, Sonora.
"Mi vida era feliz, había logrado tener lo que siempre había querido: un hogar para mis hijos, una vida estable, una buena casa, un buen esposo. No teníamos carencias", dijo en entrevista para MILENIO.
Sin embargo, el 30 de octubre de 2015, su hijo Alejandro fue desaparecido en Los Mochis, Sinaloa, presuntamente por un cártel. Hasta la fecha, ella no ha podido encontrarlo.
"Al perder a mi primer hijo, se acabó esa felicidad que yo tenía, me vi en la necesidad de dejar el confort de mi hogar para salir con un pico y una pala a los montes a buscar a mi hijo. (...) Perdí a Alejandro en 2015, fue desaparecido en Los Mochis, Sinaloa, por un cártel".
En ese momento, Ceci logró reunir a 60 madres buscadoras en una semana para que la ayudaran en su labor; fue entonces cuando nació el colectivo Madres Buscadoras de Sonora.
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Pero la desaparición de Alejandro fue solo el inició de la desintegración de su familia.
"Al año, mi esposo no aguantó el ritmo de vida que yo tenía en la búsqueda de mi hijo, me decía: 'Tu hijo o yo'... No, pues, mi hijo. Yo prefiero seguir buscando a mi hijo que estar casada, porque no tener a mi hijo era no tener vida, no me importaba nada más que salir a buscar todos los días.
"Y así poco a poco se va Alejando de ti la familia, porque piensan que si a tu hijo lo desapareció el cártel, andan detrás de ti todo el tiempo y si tú te arrimas a ellos, también se los pueden llevar", relató.
Casi cuatro años después, en 2019, desaparecieron otros dos de sus hijos: Marco Antonio y Jesús Adrián, hijo mayor y menor; "y, pues, igual como la búsqueda de Alejandro, yo empiezo a recorrer todos los montes constantemente para buscar a mis hijos".
Ese año, el Día de las Madres fue inolvidable para Ceci, porque logró recuperar a Jesús Adrián con vida, aunque todavía no había rastro de sus otros dos hijos.
"El 10 de mayo de 2019 logro recuperar con vida a Jesús Adrián, pero no a Marco Antonio, por lo que no pude dejar de buscar. Y fui uniendo familias constantemente, recorriendo partes del estado".
Madres buscadoras, uno de los mayores colectivos a nivel nacional
Actualmente, hay más de 2 mil madres buscadoras formando parte del colectivo, aunque Ceci indica que también otros familiares se han unido a la causa.
"Se fue dando poco a poquito, cuando yo encontré a mi hijo con vida, ya éramos al menos unas 60 mujeres. En una semana logré reunir al menos 60 mujeres en un grupo. Y encontré a uno, pero al otro no, entonces les dije: 'Seguimos en la lucha y vamos a organizarnos'.
"Le buscamos nombre al colectivo y al principio éramos Madres Buscadoras en Bahía de Kino, pero era muy local, entonces nos nombramos Madres Buscadoras de Sonora. Les dije: 'Vamos a estar en todo el estado, a donde nos inviten a buscar, vamos a ir'. Y ahora somos Madres Buscadoras México, porque estamos en gran parte del país", explicó.
La iniciativa nació a raíz de que en 2022 las jefas de familia comenzaron a pedirle a los cárteles del crimen organizado que ayudaran con la ubicación de sus hijos.
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Al iniciar con ella en Sonora, Ceci Flores explicó que el gobierno estatal las ha apoyado de diferentes formas, principalmente con herramientas para sus búsquedas.
"En Sonora tenemos un buen apoyo por parte del gobierno, nos han dado herramientas y recursos que necesitamos para seguir adelante con nuestras búsquedas.
"En algún momento ha dicho el gobernador Alfonso Durazo que no quisiera darnos herramientas, sino que las autoridades hicieran ese trabajo de investigación y localización de los desaparecidos, que no lo hiciéramos las madres. Pero al no haber una autoridad competente en este tema, nos dan las herramientas a nosotras para seguirlo haciendo".
Jóvenes buscadores, una iniciativa para apoyar a las madres
Pero no solo las madres buscan, sino también los jóvenes, como la hija de Ceci, quien inició con este proyecto para apoyar a aquellas que ya no pueden realizar las labores que conlleva este trabajo.
"Muchas mamás se enferman, muchas mamás caen en cama por el dolor, muchas amenazadas, como yo, desaparecidas como Lorenza Cano, y muchas madres han perdido la vida, como Aranza Ramos, que lamentablemente no se sabe nada del paradero de los delincuentes que le arrebataron la vida.
"Entonces, así consecutivamente tenemos ese tipo de problemas, que mi hija empezó este grupo, con la fundación, apoyo a las madres del país, ahora es un grupo muy grande. Todos existen para apoyar a las madres que, por avanzada edad o porque el dolor se las va acabando, no pueden salir a buscar", detalló.
Todos los días, las madres salen a buscar de formas diferentes. En campo, en búsqueda en vivo, localización en redes, en lucha constante.
"Tenemos un llamado anónimo, rápido invitamos a los grupos de búsqueda, quedamos un punto donde nos vamos a reunir y nos vamos a los lugares. (...) A veces estoy cuatro horas, a veces ocho, a veces todo el día hasta que se oscurece".
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Nunca he pesando en dejar de buscar a mi hijo: Ceci Flores
A pesar del esfuerzo que conlleva dedicar su vida a buscar a sus desaparecidos, Ceci Flores asegura que en ningún momento ha siquiera considerado el dejar de hacerlo.
"En ningún momento ha pasado por mi mente dejar de buscar a mis desaparecidos, porque yo tengo bien entendido, ya después de casi 9 y 5 años de la desaparición de Alejandro y Marco, que si yo no busco a mis hijos, nadie más los va a buscar. Que si yo no lucho por alzar la voz y que mis hijos sigan siendo escuchados, nadie más lo va a hacer.
"Así que en ningún momento me ha pasado siquiera por la mente el dejar de buscar a mis desaparecidos", aseguró.
Por ello, pidió a todas las madres y familiares de desaparecidos en general no perder la fe, ya que, señaló, "son la única esperanza de que ellos vuelvan a casa".
"No se rindan, que su ánimo no decaiga, que el amor se demuestra con hechos, no con dichos, y que el amor a nuestros desaparecidos tenemos que demostrarlo buscándolos. Que nosotros como familia somos la única esperanza de que ellos vuelvan a casa y que, si nos rendimos, ellos van a quedar olvidados".
EHR