Para el presidente municipal de Real del Monte, Jaime Soto Jarillo, su paste preferido es el original, el de papa con carne molida, el alimento de ingenieros ingleses y mineros mexicanos durante más de un siglo.
Delfina Luz González también coincide con el gusto del presidente municipal, y también es parte del 20 por ciento de las familias que habitan en el Pueblo Mágico, y el paste ha sido parte de su historia de vida.
"Mi esposo era minero y yo me dediqué a vender pastes desde 1975. Mi abuela me decía que tenía que enseñarme a trabajar, porque si faltaba el marido, qué iba yo a hacer '¿jalarme las orejas?'", platica Delfina, mientras atiende, con miradas, el local que colocaron sobre Avenida Hidalgo -junto a más de 80 locatarios-, con motivo del décimo aniversario del Festival del Paste con el que se reconoce a este alimento como Patrimonio Cultural y a Real del Monte como cuna del surgimiento de este alimento en México.
Y sí, porque no sólo están de testigos los ingleses que fueron enterrados en el Panteón Inglés que, desde un cerro rodeado de árboles, seguro disfrutan del olor de un paste caliente, también porque la tarde de ayer llegaron a Real del Monte un Comité de honor de la ciudad de Redruth (Inglaterra), para festejar y vivir la fiesta de un alimento que se sigue procesando en cantidades industriales en aquél lugar del mundo, es decir, 70 mil diarios.
"Para este festival en Real del Monte, durante los tres días que tendrá de duración, se realizarán entre 60 y 70 mil pastes. En un fin de semana - sin celebración - se llagan a realizar unos 20 mil".
"Es un orgullo saber que los ingleses también ya realizan el Festival del Paste en Inglaterra, en septiembre, pero lo hacen desde hace 6 años. Nosotros ya cumplimos una década de festejar a este alimento que ha sido una bendición para el municipio", aseguró Soto Jaramillo, después de degustar el paste de chile en nogada.
Riib Deborah, secretaria del Old Cornwell Society, asociación que mantiene el lazo de la unión de ambas naciones, es vigilada por su asistente, "porque el chorizo no es bueno para ella", pero Deborah disfruta uno de frijol, el cual, la hace sonreír.
Después del recorrido oficial, la Avenida Hidalgo se relaja entre los músicos que interpretan clásicos con saxofón y violín. Los puestos de comida y recuerdos de este Pueblo Mágico se preparan para recibir a más de 70 mil visitantes que esperan asistan a este Festival que concluirá este domingo.