320 millones de pesos, costo de desazolvar Zula y Santiago

No es una solución definitiva, dado que la alteración artificial de la cuenca sirve para garantizar agua extra a la AMG

Los afectados en Tototlán, Ocotlán y La Barca estiman los daños en más de 60 millones de pesos. (Agustín del Castillo)
Agustín del Castillo
Guadalajara /

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha entregado a los legisladores federales su receta para resolver las inundaciones periódicas de miles de hectáreas de cultivos en la Ciénega de Chapala, debido a la alteración artificial de las cuencas de los ríos Zula y Santiago, con el afán de proveer agua extra para Guadalajara: el costo ronda 320 millones de pesos. Pero no se trata de una solución definitiva.

Es decir, sería necesario que el Zula volviera a desembocar en el lago de Chapala, y que el Santiago naciera en el embalse natural, para que se recuperara el funcionamiento hidrológico natural. Pero esto se enfrenta a dos grandes intereses: el de las zonas de riego de Poncitlán-Ixtlahuacán, que tienen concesión vigente de aguas nacionales, y sobre todo, el de la concesión a favor del área metropolitana de Guadalajara (AMG), que cada año puede extraer hasta 240 millones de metros cúbicos del mayor lago de México, pero se ve imposibilitada de hacerlo porque la única línea existente del acueducto Chapala-Guadalajara provee solamente alrededor de 175 millones de m3 ante su mantenimiento insuficiente.

El resto del volumen extraído se lleva justamente por ese canal conocido como Atequiza, que es la infraestructura “vieja”, es decir, la que entró en operaciones en 1955, y que en la actualidad es usado por el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) para paliar la escasez en los puntos de demanda más altos, en los meses de abril y mayo de cada año.

Si las cifras de extracción reportadas por el organismo a la Conagua son reales, esa “ruta vieja” del agua provee entre 15 y 20 millones de m3 más a Guadalajara, aunque a una eficiencia considerablemente mejor, pues no es un acueducto revestido, sino un canal a cielo abierto que se contamina con más facilidad, que compite con los usos de riego y que a la intemperie a lo largo de 90 kilómetros, pierde la mitad del volumen en evaporación. 

El diputado federal por la Ciénega, ex alcalde panista de Ocotlán, Absalón García Ochoa, entregó a MILENIO JALISCO los presupuestos preliminares de los trabajos de desazolve. El costo global calculado es de 320 millones de pesos, con impuestos incluidos. El asunto es que no se ha podido financiar desde el presupuesto de egresos de la federación y presentó un punto de acuerdo en busca de empujarlo para el gasto 2019.

En el caso de los trabajos de “limpieza, desazolve y formación de bordos con material producto del desazolve del río Santiago, en una longitud de 18.2 kilómetros”, se requieren 182 millones 376,900 pesos, para hacer lo siguiente: limpieza de árboles y maleza acuática, despalme de material no apto para cimentación, desazolve del cauce hasta la roca, acarreos de material y la formación de bordos que permitan que el río mantenga su cauce con la capacidad suficiente para contener grandes avenidas de agua.

En relación al río Zula, la obra de características similares, es sobre 29 kilómetros, y demanda 137 millones 665,941 pesos. De este modo, rectificar y reencauzar 47.2 km de ambos ríos se lleva 320 millones de pesos de presupuesto.

Por lo pronto, la negociación urgente es que los cultivos afectados con las excedencias del temporal de este año, sean resarcidos a los agricultores bajo la premisa de que tanto la Conagua como el SIAPA habrían sido presuntamente negligentes, y sin duda responsables, de los daños ocasionados por no operar con eficiencia las compuertas de represas y diques ubicados en las cuencas. Los afectados, de los municipios de Tototlán, Ocotlán y La Barca, estiman los daños en más de 60 millones de pesos, sin considerar las pérdidas de comercialización, que ascienden a más de 40 millones de pesos extra.

MC

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